Bos golpea de nuevo
Iñigo Torres, enviado especial
La jornada más larga de esta vuelta, 209 kilómetros, no supuso grandes cambios en la general, aunque si metió algo de susto al grupo de los favoritos, con un corte del pelotón por culpa del viento y los abanicos a menos de quince kilómetros para la línea de meta. Un aviso de cara a la etapa reina de este viernes, con final en el alto del Morredero.
Y es que la climatología volvió a ser protagonista en las primera horas de la jornada ciclista. El frío, la lluvia y la niebla anunciaban una etapa complicada, aunque al final el sol hizo acto de presencia y todo se quedó en otro susto para el pelotón.
Lo que tampoco cuajo, por segundo día consecutivo, fueron los intentos de escapada. Al igual que el primer día, muchos fueron los que lo intentaron pero el pelotón no regala nada y juega con los fugados cuándo y cómo quiere. Había que llegar al esprint y los equipos de los velocistas controlaron la distancia, salvo por ese susto cuando se rompió el gran grupo durante unos kilómetros.
El protagonismo esta vez fue para cuatro corredores -Mayoz (Servetto), Kruijswijk (Rabobank), Toribio (Andalucía) y Herrada (Caja Rural)-, quienes saltaban en el kilómetro 24 y llegaron a disfrutar de una renta máxima de siete minutos y 35 segundos. De ellos el primer en descolgarse fue el líder de la montaña, Mayoz, una vez coronó en primera posición el Alto del Embalse, de tercera categoría, lo que le permitió retener el jersey rojo una jornada más.
Luego el trío se quedó en dueto a menos de veinte kilómetros de meta y al final, cuando apenas quedaba quince para meta, la aventura de Herada y Toribio terminó, justo en el punto donde el viento y la jugada del Rabobank rompió el pelotón en tres partes, y obligó a los líderes de reaccionar con rapidez. No hubo colaboración y dos de los grupos se unieron para jugarse la victoria al esprint, donde Bos volvió a ser el más rápido, por delante de Browm (Rabobank) y Oscar Grau (Burgos 2016).
Por cierto que la etapa también tuvo susto, y por partida doble. Por un lado, con el despiste de una moto de la Guardia Civil, que llevó a los escapados por camino equivocado por unos instantes -lo que les hizo perder unos segundos y tal vez la moral-, y por la caída de otro corredor, esta vez uno del equipo portugués, y que le llevó al hospital con una posible fractura de clavícula.
La general no sufre cambios, con el holandés del Cervélo como líder, a la espera de la etapa reina de este viernes. Una jornada de 159 kilómetros entre León y el Alto del Redondal, de primera categoría, con las ascensiones a Foncebadón (1ª cat.) y Onamio (3ª cat.) como aperitivo. Es la hora de los líderes y todas las miradas apuntan a Alberto Contador.