Lalo García, con la camiseta del Fórum Valladolid. FOTO: ACB
Baloncesto | CB Valladolid
La desaparición de un mito
31 de Marzo de 2015
Resulta complicado encontrar a un vallisoletano que no conozca el nombre de Lalo García. Irremediablemente, aquella persona cuestionada por él, se traslada al Pabellón Pisuerga, al parquet morado donde tantas y tantas tardes hizo disfrutar a toda la ciudad con sus jugadas, con su esfuerzo y, sobre todo, con su compromiso. El número cinco y la figura de Lalo García está en el imaginario de la totalidad de la población pucelana.
Por eso, su muerte, aún con el período acomodatorio desde su desaparición, ha llenado de oscuridad y pesar el corazón de una ciudad que tiene pocos iconos, especialmente deportivos, pero que reconoce al eterno número cinco como uno de ellos. Un pabellón con su nombre, la retirada de su camiseta y la fama permanente, son elementos característicos de la impronta que ha dejado una persona de su calibre. Esa fama que no supo cuidarlo cuando se retiró, la fatídica quiebra de Fórum, que se llevó sus ahorros, sus amigos y su salud, los innumerables reveses personales, los problemas económicos derivados de su inversión en el mercado filatélico, y un sinfín de desgracias, ha acabado por llevarse a una persona, un vallisoletano de pro, un jugador de baloncesto que lo ha sido todo en el deporte de la canasta local y nacional, un mito a la altura de cualquiera. En definitiva, un icono.
Atrás ha quedado una vida llena de vivencias inimaginables, de compartir vestuarios con leyendas mundiales como Oscar Schmidt o Arvydas Sabonis, de convertirse en internacional con España o de formar parte de ese selecto elenco de jugadores leales a unos colores y a un club durante toda su vida. Gonzalo García Téllez, Lalo, ha fallecido a orillas del río que lo contempló siempre como una leyenda de su deporte, de su ciudad y de su país.