El atlético pívot estadounidense Shemar Wilson refuerza la pintura del UEMC RVB
El pívot Shemar Wilson refuerza la pintura del UEMC Real Valladolid Baloncesto. El interior de 2.06 metros disputará su primera experiencia profesional en el Polideportivo Pisuerga y llega avalada por su impresionante trayectoria universitaria en los Texas-Arlington Mavericks de la NCAA, la liga de formación más prestigiosa de Estados Unidos. El jugador, que se convierte en el undécimo confirmado para la próxima temporada, destaca por su potencia física cerca del aro, movilidad y capacidad para sumar puntos y defender el aro.
Shemar Wilson (28 de abril de 2001 - Avondale, Arizona, Estados Unidos) es un ‘cinco’ cuyas principales virtudes son su habilidad para anotar cerca del aro, rebotear y taponar. Con potencia física pero también buen juego de pies y movilidad, el nuevo jugador blanquivioleta juega muy bien el pick and roll, de espaldas al aro y por encima del mismo. Puede sumar rebotes tanto defensivos como en ataque, donde se prodiga con asiduidad, y es un buen pasador desde el poste. Atrás trabaja con mucha intensidad y se prodiga como un excelente defensor a la hora de taponar, cambiar tiros del rival y acudir a las ayudas. Un protector de la canasta de entidad.
Nacido en Arizona, Shemar Wilson completó su etapa de instituto en el Tolleson Union High School de Phoenix, dejando ya una buena muestra de su potencial: 20 puntos y 120 rebotes fue su promedio en el último año (2018/2019), y anteriormente ya venía de ser incluido en el equipo ideal de todo el Estado, el All-Region First Team en 2018, galardón que repitió también en 2019. Un auténtico talento para el baloncesto y un portento físico que destacaba en otros dos deportes además del baloncesto: atletismo y fútbol americano.
Pero Shemar Wilson optó por el mundo de la canasta y comenzó su formación universitaria en Phoenix College, donde comenzó brillando con una media que rozaba el doble-doble (12.1 puntos y 9.8 rebotes en 31 partidos) con un formidable porcentaje de acierto (64.1% en tiros de campo, el quinto mejor de todo Estados Unidos). De hecho, ese promedio era tan impresionante que le convertían en el tercer mejor reboteador de la Conferencia y el 20º de todo el país. Un estreno de récord que vino acompañado de dos galardones individuales: su inclusión en el Tercer Quinteto Ideal de la Conferencia, el All-ACCAC Third Team, y en el segundo de toda la División, el All-Region NJCAA Division II Second Team.
La 2020/2021 fue cancelada por el Covid y eso le dio un año extra de proyección universitaria a Shemar Wilson, quien optó por cambiar de casa y seguir creciendo en los Texas-Arlington Mavericks de la NCAA, donde ha completado sus últimos tres cursos a un excelente nivel.
Creciendo con el paso de las temporadas, su año Junior, el tercero universitario, ya firmaba unos impresionantes números de 10.9 tantos y 7.8 rebotes por partido. Destacado a nivel nacional de nuevo con sus rebotes y porcentaje de acierto, hizo historia en los Texas-Arlington Mavericks siendo el jugador del equipo con más rebotes, el máximo taponador y el segundo anotador Al término de la temporada había logrado 13 partidos con un doble-doble (de los 21 que jugó). Tremendo.
En su última temporada de universidad, su espectacular promedio fue de 12.5 puntos, 7.5 rebotes, 1.3 asistencias y 2.1 tapones por partido. Unos guarismos altos que toman más magnitud incluso atendiendo a los porcentajes: 54.3% en tiros de campo y 72.1% en tiros libres, lo que ratifica su seguridad cerca del aro a la hora de anotar y buscar sus puntos en la pintura y también desde la línea de personal. No en vano ha sido incluido en el Quinteto Defensivo de la Conferencia y también en el Segundo Quinteto Ideal.
Shemar Wilson, de este modo, disputará su primera temporada como profesional en el UEMC Real Valladolid Baloncesto y tratará de ratificar lo que viene haciendo durante toda su carrera: puntos en la pintura, recursos en ataque, solidez para capturar rebotes e intensidad para defender y cerrar el aro blanquivioleta. Capacidad atlética y un físico portentoso al servicio del equipo.
Tras su contratación, el UEMC Real Valladolid Baloncesto de Lolo Encinas ultima su configuración y ya cuenta con 11 jugadores firmados: Sergio de la Fuente, Jaan Puidet, Agustí Sans, Juan García-Abril, Dani Manchón, Maj Kovacevic, Mike Torres, Hansel Atencia, Amanze Egekeze y Shemar Wilson.
• Emocionado por llegar al UEMC RVB
Con ganas y referencias positivas en todos los sentidos, Shemar Wilson explica sus motivos para unirse al cuadro blanquivioleta. “Estoy emocionado por llegar a Valladolid. He escuchado grandes cosas del Club, sé que su baloncesto es bueno, que juega duro. El país de España es muy bonito, la ciudad es fantástica y siempre he querido jugar allí, así que era una buena oportunidad hacerlo ahora”.
Lolo Encinas, por su parte, incide en lo que puede aportar el interior estadounidense al equipo. “Con la incorporación de Shemar contamos con un perfil que llevábamos tiempo buscando, nos ha costado, pero lo veníamos buscando. Un ‘cinco’ con juego atlético, capaz de jugar por encima del aro, que corre bien la pista, muy bueno y físico para jugar el pick and roll. Es un jugador rookie que tiene buenos números en últimas temporadas en la universidad y se ve que va creciendo. Le hemos visto buen tacto cerca del aro, veremos cómo nos encaja en diferentes registros. Nos gusta mucho lo que hemos visto, buscábamos tambien atrás un jugador con actividad, capaz de hacer diferentes defensas en el pick and roll y con él podemos hacerlo, es un buen protector del aro. Sus números en tapones están ahí, son buenos, le hemos visto capacidad alta para ser defensivamente importante en nuestro estilo, nos puede encajar y hemos buscado referencias de el sabiendo que es rookie y que va a ser su primer año en Europa. Le ayudaremos a que él pueda sacar su baloncesto aquí, hemos hablado con él y su predisposición es muy buena, las referencias que hemos recopilado también son positivas y nos hemos decidido por este jugador que nos ha costado mucho. Contentos con su incorporación y a ver si lo combinamos con un jugador interior que nos haga pareja para cerrar esta posición de cinco”.