Iñaki Bea: "Merece la pena hacer un último esfuerzo"
El jugador vasco no olvida Valladolid y no oculta su cariño por los colores blanco y violeta. Por eso cada vez que puede se acerca a los campos anexos al estadio Zorrilla para visitar a sus ex compañeros e insuflar el ánimo de un hombre siempre positivo y valiente. "Ya estuve en Navidad y ahora tenía tres días libres y he querido venir otra vez para ver a muchos amigos que tengo aquí, tanto dentro como fuera del fútbol", afirma Iñaki Bea quien no duda en reconocer que "todas las etapas pasan pero algunas como ésta se recuerdan con especial cariño".
Bea fue uno de los "héroes del ascenso" con Mendilibar en Tenerife. Por eso, él sabe mejor que nadie lo bonito e importante que es lograr un objetivo de esa envergadura. "La trayectoria del equipo es ascendente y, aunque el Elche es un conjunto complicado, merece la pena hacer un último esfuerzo. Un esfuerzo por parte del equipo y de la afición porque yo sé lo que se disfruta un ascenso y lo bonito que fue ese viaje de vuelta de Tenerife o esa Plaza Mayor llena".
El defensa, como si de un aficionado más se tratara, no dudó en felicitar "al socio que decidió renovar el carnet en un año tan complicado como éste en Segunda, pero creo que también es el momento de pedir a toda la afición de Valladolid y provincia un último esfuerzo para conseguir el objetivo". Incluso, asegura que "a pesar de haber sido una temporada tan larga, el cansacio ya no existe y creo que subirá el equipo que esté más fuerte mentalmente". Incluso, Iñaki Bea vaticina que "el que gane de la eliminatoria entre el Valladolid y el Elche será finalmente el que suba a Primera".
Eso sí, el actual defensa del Innsbruck austriaco reconoce que "el Elche es un enemigo muy complicado. No tiene las individualidades del Real Valladolid pero es un conjunto duro, que presiona mucho y que es un bloque férreo. Con todo, espero que los jugadores con experiencia como Juanito, Oscar, Alvaro Rubio, etc, sepan imponerse para lograr el pase".
Iñaki Bea era, en su etapa como blanquivioleta, uno de esos jugadores que animaban el vestuario. Por eso, él tiene claro que "lo que uno debe decir ese jueves justo antes del partido es que no se debe perder la cabeza. El fútbol es imprevisible y, aunque el equipo pueda recibir un revés, no puede venirse abajo. Es una eliminatoria a doble partido y no nos podemos volver locos por el hecho de encajar un gol".
Palabras, en defintiva, de un peso pesado del vestuario vallisoletano que sueña con el ascenso de su "otro" equipo, aunque por cuestiones de trabajo no podrá estar en esa hipotética fiesta del 20 de junio. "La próxima semana inicio la pretemporada en Austria, pero si se logra el objetivo una parte de mí estará en la Plaza Mayor en las celebraciones".