Guerra, comprometido con el gol blanquivioleta
Pero para eso queda mucha tela que cortar. La experiencia ha enseñado a la plantilla vallisoletana que los objetivos a largo plazo estrangulan, generan una presión añadida nociva como un sorbo de cianuro. Por ello, el delantero tiene claro que la humildad y el trabajo deben ser los hilos conductores que alarguen la buena dinámica que acumula el equipo, con cuatro victorias y un empate en los cinco últimos encuentros.
Gran parte de culpa de estos guarismos reside en el tino de francotirador del malagueño, efectivo y para nada piadoso. Hasta la fecha dieciséis tantos que le colocan en la pugna por el pichichi, a tres de Geijo. Pero eso "no" le obsesiona. Sí que sus goles sirvan para que el equipo siga sumando de tres en tres, esté en la pelea por los puestos de playoff hasta el final. Y es que, dejó claro en declaraciones a Efe que su "mejor fichaje" de cara a la próxima temporada "sería ascender con el Real Valladolid".
De este modo, el jugador subrayó que se encuentra "muy agusto y cómodo" en Real Valladolid, aunque matizó que su futuro es algo que "ya se verá en verano". Aún resuenan los cantos de sirena de equipos de la élite que, según admitió, "puede" que hiciesen que "la cabeza" se le "fuera un poco por los rumores", aunque eso "no" quiere decir que "estuviese jugando y pensando" en que se iba a "marchar".
Sin embargo, ahora está centrado en Valladolid. Agradecido de la confianza y firme a la hora de asumir las responsabilidades que, con sus actuaciones, crecen y crecen... "A un delantero siempre se le exige gol. Es lo que intentamos, hacer goles, crear ocasiones, peligro, y luego, si se está acertado bien, aunque otros días cueste más. Estoy contento, ahora parece que estamos a buen nivel y esperamos que no cambie la racha", apuntó.
En este sentido, se mostró contento por "la facilidad" con la que está viendo puerta en comparación con la temporada pasada en las filas del Levante, donde marcó 12 goles. "Fue mi mejor marca y ahora llevo dieciséis. Quedan un montón de partidos y sí que es verdad que a nivel de goles están saliendo las cosas bien. De momento, me quiero plantear el mini reto de llegar a los veinte", puntualizó.
Más bien, deseó que esos goles "sirvan para cumplir el objetivo de jugar la fase de ascenso", algo para lo que el Real Valladolid "está en el camino correcto", añadió. "Estamos ahí. A un partido de los playoffs, pero hay que pensar partido a partido. Sobre todo con cabeza fría y siendo humildes. Con trabajo y nivel de juego vamos a estar ahí seguro", declaró.
Pero... ¿qué ha cambiado en este mes? ¿Qué ha pasado para que el equipo se haya convertido en un plantel ganador y consistente?: "Nos quitamos la presión y la ansiedad por ganar. Nos preocupamos sólo de jugar al fútbol y llegó esa victoria que necesitábamos. La dinámica nos ha ido arrastrando y tenemos un equipo que tiene calidad. Los resultados te dan esa confianza e ilusión y te hacen hacer cosas dentro del campo diferentes. Puede que en un principio miráramos a largo plazo y nos metiésemos esa presión del objetivo. Queríamos subir en Navidad y la segunda es muy larga. Ahora, la actitud también ha cambiado. Antes nos costaba dominar los partidos y ahora sí tienen más ritmo, el equipo físicamente está mejor y técnicamente ha ganado en calidad y en confianza", explicó.
No obstante, el ariete sí reconoció que "no hay que dejar el ataque recaiga en un jugador solo porque es fácil contrarrestar", así como expresó su deseo de que el uruguayo William Ferreira reciba la suspensión cautelar del TAS y, finalmente, pueda jugar.
"Es verdad que cada semana me cuesta mucho más. Ya no me dejan entrar tanto en velocidad al primer palo. Es normal, los contrarios te van conociendo. Pero tenemos gente de calidad arriba para hacer otras jugadas y tener más movimientos en ataque. Lo importante es tener ocasiones y no estar muchos partidos sin meter", sentenció.