83-82: Este equipo, sin juego, tiene orgullo
Con los objetivos de la temporada ya cumplidos, el último partido en casa sólo tenía como aliciente dejar a los aficionados de Pisuerga con buen sabor de boca. El equipo se presentó con una pancarta en la que se podía leer "gracias afición", peor eso no se plasmó en el juego del Blancos en la primera parte.
El técnico quiso dar minutos a todos los protagonistas de esta campaña, salvo el lesionado Grunfeld y el olvidado Puyada, pero enseguida se vio que la maquina no estaba engrasada. Las ganas de los vallisoletanos se convertían en pérdidas e imprecisiones en cada ataque. Por el contrario, el Murcia se limitó a imponer el ritmo que mejor le iba y, con algo más de orden en defensa, en la primera parte, dominó con relativa tranquilidad durante todo el primer tiempo (36-45, min. 20).
Sólo tras el descanso, y cuando Fisac dejó las rotaciones para mejor ocasión, el equipo mejoró algo, lo que le dio al partido el plus de emoción que a priori no tenía. La presencia de Chase en la dirección le dio algo más de nervio al equipo, mientras bajo los tableros el trío Battle, Barnes y Baez anularon a los grandes pero torpes jugadores murcianos.
Y todo cambió a partir del minuto 27 de encuentro, cuando Chase se sacó de su chistera una jugada digna de la NBA para cruzarse todo el cambio, anotar canasta y forzar una falta que adicional incluido que, eso sí, no anotó. Era la primera vez que el equipo se ponía por delante en todo el encuentro (63-62), y su acción despertó a una grada relajada en exceso.
También ayudó y mucho a la reacción de jugadores y público que apenas 30 segundosa después los árbitros quisieran su habitual parcela de protagonismo -si su anunciada huelga es justificada, en Valladolid perdieron hoy a todos su posibles adeptos-, con una técnica a Barnes, en la que fue la primera de las varias acciones polémicas del trío arbitral en los últimos minutos.
Tal vez por eso el Blancos de Rueda no pudo romper el partido antes, ya que lo que no ponía Murcia los ponían los "trencillas", y se llegó a unos últimos tres minutos donde los vallisoletanos desesperaban con su falta de acierto en los tiros libres, que luego compensaban con penetraciones que saldaban casi siempre con canasta, personal y tiro adicional.
Y con todo por decidir, a 25 segundos para el final, la mejor de los colegiados. Una falta de un defensor en el intento de triple de Chase se transformó de golpe y porrazo en una falta en ataque en americano, y dos tiros libres que llevaron a Murcia a ponerse dos arriba 80-82.
Quedaba una jugada y ahora sí había algo en juego, el orgullo herido. Valladolid tiró de casta -equipo y afición-, y una canasta de Isaac López a dos segundos para el final, con tiro libre adicional incluido, dieron al conjunto vallisoletano un triunfo que no tuvo grandes dosis de calidad, por no decir ninguna-, pero que fue la mejor manera de que algunos -entrenador incluido-, se pudieran despedir se Valladolid.
FICHA TÉCNICA:
83.- BLANCOS DE RUEDA: Van Lacke (14), Diego García (2), Baez (9), Dumas (8), Battle (5) -cinco inicial-, Chase (24), Puyada (-), Ortega (-), Barnes (4), López (15) y Baldo (2).
82.- CB MURCIA: Robles (12), Moss (9), Vujanic (27), Scepanovic (8), Asselin (2) -cinco inicial-, Sy (6), Marco (2), Sánchez (-), Faverani (10), García (-), Moncasi (6).
ARBITROS: González, Cortes y Pérez. Expulsaron por cinco faltas a Moss, del CB Murcia.
PARCIALES: 16-25, 20-20, 18-15, 29-22.
INCIDENCIAS: Pabellón Pisuerga. Antes del partido se tributó homenaje al patrocinador Blancos de Rueda y al equipo de baloncesto en silla de ruedas, Fundación Grupo Norte, campeón de la Copa Europea Willi Brinkmann.