Varios jugadores del Real Valladolid celebran un gol. Foto: Jonathan González.
Fútbol
Cura de urgencia
Un envite complicado, pues el cuadro gallego es un conjunto sólido y compenetrado. Y es que, la mano de Miguel Ángel Lotina se nota cada vez más a medida que pasan los años, configurando, de este modo, una escuadra que sabe explotar sus virtudes y esconder defectos. Así, en su campo únicamente ha cedido tres derrotas y dos empates por las ocho victorias que ha sumado.
Los hombres de Onésimo Sánchez son conscientes de la dificultad que entraña ganar en Riazor, máxime cuando todavía les produce urticaria el 4-0 de la ida, pero no les que da otra. El tiempo, el implacable, como en la susodicha canción de Pablo Milanés, se agota para los blanquivioleta.
O espabilan, o empiezan a pensar ya en un añito (o más de uno) en el infierno. Se acabaron las medias tintas, las excusas o las quejas. Ahora o nunca. Victoria o derrota. Éxito o fracaso. Machada o decepción.
La idea es en volver a jugar al límite como contra el Real Madrid. Correr y entrar con fuerza al balón para recuperarlo y generar peligro. Puede que el dicho de a buenas horas mangas verdes venga que ni pintado.
Pero como la esperanza es lo único que se pierde y vida, haberla hayla, vamos a mantener el optimismo. Se puede ganar en Riazor con acierto en la portería rival y concentración en las jugadas tontas de córner, algo a lo que puede contribuir el posible debut de Henrique Sereno, ya recuperado de su lesión.
Mientras, Onésimo Sánchez, no podrá contar mañana con los lesionados Álvaro Rubio, Lázaro, Sesma, Sisi, Baraja y Jacobo. Tampoco ha incluido en la lista a Barragán, Nivaldo y Héctor Font.
Alineaciones probables
Deportivo Coruña: Aranzubia; Manuel Pablo, Colotto, Lopo, Seoane; Juan Rodríguez, Zé Castro, Juan Domínguez; Adrián, Lassad y Valerón.
Real Valladolid: Justo Villar; Pedro López, Sereno, Arzo, Del Horno; Pelé, Borja, Nauzet, Medunjanin, Marquitos y Diego Costa.