0-1: Bofetada en el 93

Sin hacer un buen encuentro, el Valladolid contabilizó hasta cinco ocasiones claras de gol, tres en la primera parte y dos tras la reanudación. Especialmente desafortunado estuvo el canterano José, que falló a pruerta vacía en el primer tiempo y no supo batir a Biel Rivas con un disparo raso en la segunda parte. Mata, por su parte, tuvo la más clara con un remate que el portero visitante desvió lo justo para que el balón pegara en el poste y no terminara entrando. 

Por el contrario, el UCAM tuvo una clara y no falló. Una falta, sin aparente peligro por su lejanía, se convirtió en un error colectivo de la defensa y la portería vallisoletanas, y Tito no desaprovechó el regalo para anotar de cabeza y en el minuto 93 el único tanto del partido. Excesivo premio para las ocasiones murcianas, pero justa recompensa a su orden táctico y su fue durante todo el encuentro.

En cuanto al juego, el Pucela sólo encontró en los centros diagonales al área el camino para poner contra las cuerdas al UCAM Murcia porque el equipo se partió en muchas ocasiones, con mucha distancia entre dos líneas, una formada por la zaga y los medios centros, y otra de delanteros (Mata, Míchel, Jose y Drazic) que se incrustaban en la defensa visitante.

En la primera parte, dos centros desde el costado izquierdo del ataque vallisoletano al segundo palo debieron acabar en gol, pero Jose, primero con la derecha y después con la cabeza, no acertó a rematar entre los tres palos. Y Drazic, solo en el borde del área pequeña, sí acertó a cabecear a portería un centro de Míchel, pero el testarazo fue a las manos de Biel Ribas.

Tras el descanso, en un pase largo de Álex López, Jose se plantó ante Biel Ribas, pero el remate se fue al cuerpo del portero y, por último, un nuevo centro de Míchel que primero tocó Juan Villar, que saltó en la segunda parte por Drazic como lo hizo Ibán Salvador por Mata, y después le cayó a Mata, cuyo remate lo desvió Biel Rivas lo justo para que el esférico se estrellase en el poste y luego volviera a sus manos.

El Real Valladolid encadena dos derrotas consecutivas, pero no tiene tiempo para lamerse las heridas. Y es que el próximo martes vuelve la liga y los de Paco Herrera tendrán que medirse a un Lugo en tierras gallegas. Un conjunto lucense que viene que endosarle tres goles al Elche en el Martínez Valero.