1-0: Primer tropezón

Ya lo había avisado Rubi en la previa. El Lugo ya no es una cenicienta de la categoría, es un equipo al que le gusta mandar, tocar el balón y aplicar el buen gusto de Quique Setién. Lo demostró el pasado año en el Anxo Carro, donde no ganaron los cuatro primeros clasificados, y lo demostró en los primeros 45 minutos de este partido.

El Lugo hizo con lo que más le puede doler al Valladolid este año, le quitó el balón. Sin posesión el conjunto de Rubi parecía un equipo 'normal', donde sus hombres de referencia se perdían y comenzaban a ponerse nerviosos. Con Oscar, Jeffren y Omar casi desaparecidos, el conjunto vallisoletano se limitaba a defenderse de las entradas gallegas, sobre todo por la banda de Carlos Peña.

Con todo, el primer aviso serio fue de Roger, con un intento de remate anulado por fuera de juego y con un disparo lejano que se marchó alto. A partir de ahí el cuadro lucense obligó a Dani Hernandez -que fue titular a pesar de la llegada de Javi Varas-, a lucirse en un par de disparos entre los minutos 15 y 19.

En posesión fue un monólogo del Lugo y en ocasiones también, aunque lo curioso es que la más clara fue del Valladolid en el minuto de prolongación. Un córner sacado por Omar se convirtió en una triple ocasión de Jeffren, Rueda y Valiente, para que finalmente el balón se marchara rozando el poste. 

En la segunda parte el Valladolid intentó mandar y asustar, pero sus zarpazos fueron tímidos arañazos frente a un rival convencido de sus idas. Más posesión para los hombres de Rubi pero escasas ocasiones claras. De hecho, el siguiente aviso fue de nuevo gallego al cuarto de hora.

La entrada de Bergdych, Oscar Diez y Timor le dio un punto más de agresividad, pero la respuesta en forma de gol llegó a menos de diez minutos para el final. Una falta sacada por el Lugo en el vértice del área se convirtió en un balón suelto que Carlos Pita transformó en un disparo que Dani Hernández no logró atajar. La ambición lucense tenía premio. 

Incluso pudo llegar el segundo gallego tres minutos más tarde, con un pase del propio Pita a Pelayo, pero éste disparó desvido. Y a partir de ahí la lógica reacción a la desesperada del Valladolid, cuya ocasión más clara fue un saque de falta de Oscar Díez, que obligó a la estirada del portero local José Juan. Fue un quiero y no pudo de un conjunto blanquivioleta que en Lugo hincó su primera rodilla de la temporada.