Los jugadores celebran el segundo gol local. FOTOS Angel Becerra / Andrés Domingo
Fútbol | Segunda División
2-1: El Pucela pone la primera marcha
23 de Agosto de 2014
Saber que un coche no se puede arrancar en punto muerto es algo que se aprende el primer día de autoescuela, ese en el que sales despacio, con precaución, con los cinco sentidos puestos en lo que estás haciendo, y mirando todo el rato a los retrovisores para ver qué peligros hay alrededor. Así arrancó la temporada para el Real Valladolid, con pulso firme y seguro y con el volante agarrado con las dos manos para no salirse del camino, ni en las rectas ni en las curvas que quiso poner el Real Mallorca en su camino. Ya tendrá tiempo de meter, segunda, tercera... y así hasta la quinta marcha.
El primer tiro de aviso casi se lo pega el Real Valladolid en el pie. Un inocente pase en largo, un mal despeje de cabeza de Rueda y el balón cayó en las botas de Pereira. Al francés le faltó un punto de velocidad y ojos en la espalda para ver a Marc Valiente, que con un barrido perfecto rebañó la pelota de sus pies, cuando Dani Hernández ya pensaba cómo evitar el primer gol de la temporada.
El Real Valladolid entendió el mensaje, encendió el piloto automático de la presión y todos los jugadores de Rubi nadaron siguiendo la misma corriente y fundiendo cualquier envite de juego combinativo por parte del Mallorca. Con la teoría de la destrucción aprendida, la práctica de la creación tenía que aparecer sobre el tapiz. Los chispazos de calidad llegaron desde las botas de Bergdich, Óscar y, sobre todo, Jeffren. Fue el venezolano quien sirvió la primera oportunidad blanquivioleta cediendo a Óscar un balón que el salmantino quiso ajustar al palo de Cabrero, tanto que se fue fuera.
La suerte se vistió con los colores del equipo que más mimaba a la pelota: el blanco y el violeta. Jeffren colgó un córner al primer palo, Roger despista a los defensas y Cendrós pateó con la pierna que no quería al balón, que terminó dentro de las redes baleares. Una carambola de billar francés que levantaba al Real Valladolid de la cama con el pie derecho (1-0).
Con el viento de cara, los hombres de Rubi se desmelenaron. Cómodas bajo la batuta de André Leao, las ocasiones locales siguieron apareciendo. Un pase de tiralíneas del luso terminó en los pies de Bergdich, al que le sobró un regate para izar la bandera del 2-0. Un golpe encima de la mesa que pudo dar el Pucela desde los once metros, pero Arias López no vio el derribo de Pedro Bigas sobre Roger.
Los problemas se le acumulaban al equipo balear en la defensa, pendiente de repeler las tentativas locales. Bigas se retiró en camilla y Karpin se vio obligado a realizar el primer cambio. La entrada de Truyols fue la última pincelada de una primera parte que dejó a un Real Valladolid con las ideas claras y a un Mallorca con la tímida intención de oscurecerlas.
Tras el paso por los vestuarios, Karpin apostó por Lluis Martí. El veterano centrocampista puso criterio y orden en la medular insular, contagió a sus compañeros y puso chinchetas en el camino del Real Valladolid. Hora de volver a coger el taco y jugar al billar. De nuevo a balón parado, de nuevo con la suerte como aliada, el Pucela volvía a presentar sus credenciales. Roger remató un saque de esquina al poste y el balón cayó en los pies de Óscar, que (en fuera de juego) hizo lo que haría cualquiera que ve un billete en el suelo sin nadie alrededor: coger el regalo sin hacer preguntas (2-0).
El gol de Óscar despertó al Mallorca que decidió apretar el acelerador cuando el depósito de gasolina pucelano empezaba a señalar la reserva. Así llegó la redención de Pau Cendrós. El defensor, cómo no tras un saque de esquina, remató con la firma de un delantero un balón llovido del cielo para batir a Dani Hernández y poner un poco de pimienta al partido (2-1).
La hiperactividad de Pereira y la frescura de Assulin encendieron las alarmas en la cabeza de Rubi. El técnico catalán decidió levantar un laberinto en el centro del campo con la entrada de Álvaro Rubio para completar un trivote que destruyera el juego mallorquín. El Real Valladolid entregó la batuta de mando a un rival que seguía alimentándose con fe y con las pérdidas a la hora de sacar el balón jugado. Así Marco Asensio avisó de que el partido no había terminado lanzando el balón al palo.
El Pucela se volvió a estirar en los minutos finales. Rondó la meta balear y obligó al partido a terminar en campo bermellón, donde recogió los tres primeros puntos de la temporada antes de desaparecer de un césped en el que entró y salió con el pie derecho.
FICHA TÉCNICA DEL PARTIDO
REAL VALLADOLID: Dani Hernández, Chica, Rueda, Valiente, Peña, Sastre, André Leao, Jeffren (Mojica, min. 71), Óscar (Rubio, min. 75), Bergdich (Omar min. 61) y Roger.
REAL MALLORCA: Cabrero, Cendrós, Agus, Bigas (Truyols, min. 42), Company, Vallejo (Martí, min.45), Joao, Bustos (Assulin, min. 64), Pereira, Marco Asensio y Fofo.
Goles: 1-0; Cendrós, p.p (min.23). 2-0; Óscar (min.51). 2-1; Cendrós (min. 64).
Árbitro: Francisco Javier Arias López.Amonestó con cartulina amarilla a Rueda (min.29), Sastre (min.36), Valiente (min.49) por parte del Real Valladolid y a Martí (min.50), Joao (min.67) por parte del Mallorca.
Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada de la Liga Adelante, celebrado en el Estadio José Zorrilla ante 7.895 espectadores. En los prolegómenos del encuentro se guardó un minuto de silencio en memoria y homenaje de los abonados fallecidos la pasada temporada.