2-1: El Promesas se tiñe de bronce
Contra las cuerdas. Así estuvo durante muchos minutos el Real Valladolid B en el encuentro disputado en tierras gallegas ante el UD Somozas, pero al final, después de mucho sufrimiento, lograron su objetivo y ascienden por méritos propios a la Segunda División B del fútbol español.
La renta con la que llegaban al partido de vuelta de esta eliminatoria era cómoda, pero el tanto de Luis Ángel en los Anexos había dejado todo por decidir. Somozas tenía que remontar un resultado adverso ante un equipo joven y con mucha ilusión, pero para ello contaban con el apoyo de una afición que llenó las gradas y mucha más experiencia en la categoría.
El encuentro para los pupilos de Javi Torres Gómez iba a ser mucho más duro y complicado que el de ida, por lo que intentaron presionar la salida del balón gallega para evitar esos quince minutos de intensa presión que se preveían. Pero pese a los empeños pucelanos, los locales lograban adelantarse en el marcador al rematar Antas un centro desde el flanco derecho.
La grada enloquecía y llevaba en volandas a los suyos en los que fueron los peores minutos para los vallisoletanos. Pero después de la tormenta llega la calma, y el balón empezó a ser visitante, aunque el Promesas no lograba acercarse con peligro a los dominios de Abraham.
En el segundo acto el panorama volvió a ser el mismo que en los primeros cuarenta y cinco minutos. Somozas sabía que era el momento del todo o nada y en el 55 de juego lograron su objetivo. Baleato se adelantó a toda la defensa pucelana y remató una falta lateral para poner el segundo gallego en el marcador y dejar tocados a los pucelanos.
En ese momento el Promesas tenía perdida la eliminatoria y el Somozas era de bronce, pero tan solo dos minutos después la historia cambió. Rubén robaba el balón casi en terreno propio y lanzaba una contra que, a la postre sería definitiva. El nueve pucelano se lanzó a la meta gallega pero su tiro fue repelido por Abraham y entonces, el más listo de la clase, Anuar, apareció de la nada para llevar la alegría al banquillo pucelano.
Jugada clave
Quedaban más de treinta minutos para finalizar el encuentro y comenzó el asedio de Somozas. Balones a la olla, presión por todo el campo, buscar el cuerpo a cuerpo, intimidar al rival. Todo valía para lograr el objetivo.
Un objetivo que rozaron con los dedos de la mano a dos para el final. El árbitro decretaba la pena máxima por agarrón a un jugador gallego dentro del área y entonces todo el estadio enmudeció. Allí estaba la eliminatoria. El capitán, como ya ocurriera en el choque de ida, agarró con firmeza el esférico y se dirigió a los once metros. Mismos protagonistas: Luis Ángel y Julio, Julio y Luis Ángel.
El diez gallego colocó con mimo el balón y miró fijamente al meta pucelano. Los corazones de los aficionados iban a mil, se escuchaba el silencio, y entonces el árbitro pitó. Luis Ángel tomó carrerilla, golpeó con fuerza y, esta vez sí, Julio adivinó el lado y detuvo el balón.
Los pucelanos pudieron respirar pero no por mucho tiempo. El cartelón marcaba 6 minutos de alargue. Un tiempo, eterno para unos e insuficiente para otros, en el que los balones volaban sobre el área pucelana, pero la zaga vallisoletana se dejaba el alma en cada acción repeliendo cada ataque gallego cada vez más a la desesperada.
El pitido final llegó dejando extenuados a los veintidós jugadores. Unos lloraban desolados y otros, los pucelanos, lloraban de alegría: habían logrado su objetivo, ya no eran de Tercera División, ahora estaban teñidos en bronce.
Ficha Técnica
2- Somozas: Abraham, Javi Rosa, Jose Manuel, Iago, Filiza, Edi, Heber, Baleato, Rubén, Luis Ángel y Antas.
1- Real Valladolid B: Julio, Carmona, Juanmi, Fran No, Iván Casado, Anuar, Juanjo, Alberto, Rubén, Amaro y Zubi.
Goles: 1-0 (min. 10 ) Antas, 2-0 (min.55) Baleato, 2-1 (min.57) Anuar