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Fútbol | Crónica RC Celta - Real Valladolid
4-1: Un zombi en Balaídos
29 de Abril de 2014
Mejor hubiera sido la incomparecencia. El Real Valladolid derrochó frente al Celta gran parte de sus opciones de quedarse en Primera. Los inexcusables 16 días sin jugar hicieron que el equipo blanquivioleta se olvidase de lo que es competir. Lo que en Burgos pareció la imagen propia de un partido amistoso frente a un Segunda B, se repitió ayer en Balaídos. Y claro, ni el rival era de la categoría de bronce ni el partido era amistoso. De hecho, los pucelanos se quedan con esta derrota penúltimos en la clasificación, si bien es cierto que siguen teniendo un partido menos, el que se jugará dentro de poco más de una semana frente al Real Madrid en Zorrilla.
El Celta hizo lo que quiso. No sufrió en defensa y maniató a un indolente Real Valladolid. Poco después del comienzo del partido, Charles ya había enviado dos balones al palo izquierdo de la portería de Jaime. Dos avisos de lo que se avecinaba.
Tuvo la oportunidad entonces el Pucela de despertar y cambiar el sino del partido, de demostrar que se jugaba mucho más que su rival: no hizo ni el amago. El Celta liquidó el partido en poco más de dos minutos. Con un Mitrovic descentrado, que completó su peor partido desde que llegó a Valladolid, primero Nolito y después Charles fulminaron a un impresentable Pucela.
Poca fe había tras el descanso de que el Real Valladolid cambiase el guión establecido y la película proyectada hasta el momento. La entrada de Manucho dio un halo de esperanza que duró los pocos segundos que tardó Nolito en hacer el tercero. Y Mitrovic, para redondear su aciaga noche, se introdujo el balón en propia puerta dos minutos después.
El Celta echó el freno para no humillar a los de JIM. Manucho maquilló el electrónico y el partido murió entre las lágrimas de cocodrilo de Bergdich.