Tordesillas vibra con Vicente del Bosque

Vicente del Bosque llegaba a la Plaza Mayor tordesillana pasadas las 17:30 horas. La multitud, movida por lo más pequeños de la casa, le esperaba con los brazos abiertos. Lo primero que hizo el Seleccionador fue entrar al Ayuntamiento para firmar junto al alcalde, José Antonio González, el acuerdo con el que el salmantino daría nombre al taller ocupacional de la localidad vallisoletana. 

Después de esto y, a modo de romería, todo el mundo se dirigió hacia el citado taller. Allí esperaban quince jóvenes con algún tipo de discapacidad que enseñaron al Marqués todos sus trabajos. La visita terminó con una comparecencia un tanto caótica; demasiada gente y muy poco espacio. 

Ricardo, portavoz del taller ocupacional, agradeció a Vicente del Bosque -quien recibió una serie de regalos de los chavales-, su presencia. También hablaron de la importancia del acto el alcalde, José Antonio González y el vicepresidente de la Diputación, Alfonso Centeno.

Las personalidades y autoridades, a las que se sumó Carlos Suárez, presidente del Real Valladolid y Óscar Campillo, director del Diario Marca, se dirigieron hacia las Casas del Tratado, donde esperaban niños de 5º y 6º de Primaria de los colegios Pedro I y Divina Providencia. 

En este segundo acto, Vicente del Bosque comentó la importancia de la tolerancia y animó a los chavales a ser dueños de sus futuros. Puso como ejemplo a Fábregas y su capitanía en el Arsenal con tan solo 20 años. Tras esta breve charla, el Seleccionador animó a los críos a preguntarle “sobre fútbol o sobre la vida en general”.

Y así lo hicieron. Alguno llevaba la chuleta preparada de casa, pero otros se soltaron al más puro estilo reportero. El protagonista del acto no tuvo ningún problema en contestar todas las dudas de los chavales, y dijo que “no estaría aquí (Tordesillas) si no se hubieran conseguido todos estos éxitos”. Como siempre, dio más valor al colectivo que a lo individual.

Con una cerrada ovación de los asistentes se dio por concluido el acto. Sin duda quedó reflejado que, el Seleccionador, es un caballero dentro y fuera del campo.