Fisuras constantes

Cada rueda de prensa post-partido es una lección de Ricard Casas sobre el estado del enfermo terminal que es el CB Valladolid. Las pruebas diagnósticas han determinado que, tras el partido ante el Barça, se aprecian “muchas fisuras en nuestra capacidad de hacer las cosas”. Esto no es nuevo y lo sabe el entrenador catalán, pero ha querido aportar datos que explican el desastre morado jornada tras jornada.

“El problema es que tenemos que defender muchas veces y ahí fallamos. Es normal que esté obsesionado con los puntos porque el nivel defensivo es el que hemos visto”, reconocía Casas “aunque parece que el único que lo está soy yo. La prueba es que un jugador nos hace doce triples y, si yo estuviera en pista, haría alguna falta, por ejemplo”, sentenciaba. La rotación, cada vez más clara, también ha sido objeto de análisis: “Estamos jugando más minutos con los jugadores que apelan más al orgullo y a las ganas. Son los más implicados y los que más sacrificio ponen”. Echen un vistazo a la tabla de minutaje y sabrán a quién se refiere Ricard Casas.

Si bien no le gustó que un jugador anotara 12 triples a su equipo, el entrenador del CB Valladolid entendió y comprendió los ánimos y aplausos recibidos por Jacob Pullen de parte de la grada de Pisuerga: “Buscaban algo para divertirse. Son gente de baloncesto y han animado y respetado a alguien que ha hecho eso”, sentenció Casas.

Xavi Pascual, técnico blaugrana, quiso matizar y explicar la alegría de su banquillo en el último cuarto, en plena efervescencia anotadora de Pullen: “Se presentó la situación y le dijimos que estaba cerca del record que tiene Chicho Sibilio con el Barça, que eran diez triples en un partido, y el de Oscar Schmidt, con once. Nosotros respetamos mucho al CB Valladolid y nunca quisimos menospreciarlos”, aclaró con humildad Pascual.