
Bale celebra una de sus tres goles. FOTO realvalladolid.es




Fútbol | Crónica Real Madrid-Real Valladolid
4-0: El autobús no subió el puerto
30 de Noviembre de 2013
Es el ciclismo el deporte por excelencia en el que uno lo mismo se arrastra y va agarrado al coche escoba en un puerto de tercera , y al día siguiente gana la etapa con línea de meta en uno con etiqueta especial. Cuando se da, es porque en la general el tipo en cuestión no pide pan, pero para ello necesita escaparse, hacer algo diferente. Si aguanta con el pelotón, está perdido. Los gallos aprovechan para lucirse a la mínima que se les permite.
Y así fue la etapa del Bernabéu. El Real Valladolid espero juntito, chupando la rueda de un Real Madrid que dosificó sin llegar a ponerse nervioso. A punto estuvo, porque las bocinas sonaron en la presentación al son que marcaba el videomarcador y no lo volvieron a hacer hasta superada la primera media hora de juego. Fue lo que aguantó vivo el Madrid. Los de Juan Ignacio sufrían para aguantar, pero aguantaban. Mariño alejaba el balón, pero la poca intención ofensiva de los blanquivioleta lo volvía a acercar. Las transiciones, lentas, las asumía Fausto Rossi. La 'Bianchi' del italiano fue de lo poco salvable de un Pucela al que pronto le apareció la pájara.
Tras los minutos de la neutralizada y los primeros kilómetros de rodaje, los últimos metros del primer puerto acabaron con el Valladolid. Primero con un gol de Bale, tras un disparo de Di María que complicó a Mariño y 200 segundos después con el 0-2 de Benzema tras un centro de Bale.
El avituallamiento poco animó a los vallisoletanos. Sí algo, porque la orden de Juan Ignacio pareció ser la de buscar la portería de Diego López. Bergdich, más apagado que de costumbre, fue el primero en encontrarla en el minuto 8 de la segunda parte. Un apagadísimo por segunda semana consecutiva Daniel Larsson se duchó al tiempo que Omar volvía a pisar el césped del Bernabéu. Fue el único tiro del Real Valladolid entre los tres palos en todo el partido. La voluntariedad se acabó cuando llegó el tercero, un balón que quedó muerto al borde del área pequeña y que no desaprovechó Bale para aumentar sus números.
Con el 3-0 JIM oxigenó a Javi Guerra, vaciado, y apostó por Manucho. A 5 minutos del final, la entrada del colombiano Osorio obligó al cambio de sistema. El Pucela abandonó el trivote Rubio-Sastre-Rossi con la salida del balear. Bale se llevó el balón casi en el descuento, empujando una buena asistencia de Marcelo. La etapa, de transición, fue para el Madrid de Ancelloti.