
Peña persigue a un jugador del Almeria FOTOS web udalmeriasad.com



Fútbol | Crónica UD Almería-Real Valladolid
1-0: Muñiz echa una mano al Almería ante un Pucela de nevera
2 de Noviembre de 2013
Cansado, disperso e indolente. El Real Valladolid celebró Halloween frente a la Unión Deportiva Almería disfrazado de fantasma. Un espíritu de la propia imagen que ofreció en Vallecas o en Zorrilla el pasado miércoles. Un equipo, o algo parecido, desalmado y sin la ambición que se le otorgaba al equipo de Juan Ignacio Martínez.
Nada funcionó, nada salió bien. Prometía la dupla Rubio - Rossi, y el fracaso fue absoluto. Desdibujados, el italiano y el riojano naufragaron frente a un equipo que poco hizo por sumar los tres puntos. Necesitó una mano. Una mano que echó Muñiz Fernández al equipo de Francisco permitiendo que subiese al marcador un gol que Rodri marcó con su puño derecho. Fue tras un centro desde la parte izquierda, con un remate que era imposible que fuese de cabeza. Demasiado a ras, demasiado para Muñiz. Su cara delataba el error, ante las quejas de todo el Real Valladolid y la mirada de reojo del autor de la ilegalidad, que esperó a ver el brazo del colegiado asturiano para celebrar el tanto. El delantero tuvo la oportunidad tras el partido de reconocer su pillería: no lo hizo.
Pero esa acción copó tan solo uno de los 93 minutos que tuvo el encuentro. En los otros 92, el Pucela no fue el Pucela. Uno a uno: Mariño no fue Mariño, rechazando balones fáciles y dubitativo; Rukavina no fue Rukavina, sin aportación ofensiva hasta los minutos de la desesperación y perdiendo continuamente la espalda; Valiente y Rueda no fueron Valiente y Rueda, obsesionados por sacar el balón jugado ante la presión en campo contrario del rival; Peña no fue Peña, sin un centro con opción de remate para los arietes; el centro del campo una trinchera; Omar sí fue el Omar de los últimos tiempos, sin ser esto una buena noticia; Ebert volvió a las andadas, más pendiente del jaleo; a Larsson se le vio cuando fue sustituido y a Guerra poco más. Ni Juan Ignacio pareció estar acertado en los cambios, a diferencia de muchas otras jornadas. Sastre, Rama y Osorio se contagiaron del nivel de sus compañeros con una mínima aportación.
Ni en la primera, ni en la segunda parte. Pese a que la Unión Deportiva Almería no fue mucho mejor, tuvo la suerte del error arbitral de cara y jugó su cartas inteligentemente. Perdió todo el tiempo que pudo, se lo permitieron sin añadir lo que se debió añadir tras el 90, y tuvo el segundo en el tramo final: en las botas de Rodri, en las de Suso y en las de Ramón. Ocasiones falladas que pueden valer su peso en oro a final de temporada, aunque ahora uno solo piense en los tres puntos que se quedaron en Los Juegos.
La derrota complica la situación de un Real Valladolid que solo aventaja al Almería en dos puntos, cuando hace cuatro días le sacaba siete. Sin concesiones de ningún tipo a Djukic, el equipo no se puede ahora permitir pinchar en Mestalla, donde jugará sin un Ebert que primero vio la quinta y después fue expulsado.