3-1: Prueba superada
El Real Valladolid B disputó este sábado el segundo partido de la pretemporada (el anterior fue contra el primer equipo) dando muestras de buenas sensaciones. Los de Torres Gómez se enfrentaron al Real Madrid C con dos onces diferentes, en ambos mezclando veteranía y juventud. Si en el primer tiempo Amaro y Pesca ejercían de líderes, en el segundo esta función pasó al guardameta Rodrigo, al medio centro Alberto y al punta Rubén Díaz.
Igual que los onces, el juego del primer y el segundo tiempo también fueron diferentes. Durante los primeros 45 minutos el Promesas y el Madrid se midieron con fuerzas muy parecidas. Las grandes ocasiones escasearon debido al gran trabajo de las defensas y el medio del campo luchaba por hacerse con el control.
Los merengues comenzaron avisando con alguna que otra incursión al área, pero en todas las llegadas les faltó el último paso: el remate. Hasta en tres ocasiones se paseó el balón frente a la portería defendida por Julio sin que ningún futbolista lo rematase. Por su parte, la primera de los blanquivioletas vino de las botas de Zubi, que desde la frontal intentó un disparo con rosca que ya se dirigía a la escuadra de no ser por la gran intervención del portero.
No obstante, la segunda que tuvo el conjunto local la acertó de lleno. En una falta bien botada por Amaro buscando el punto de penalti encontró a Pesca, que libre de marcas, únicamente tenía que poner el interior para que el cuero se colara en la red. Desde el gol (alrededor del minuto 30) los vallisoletanos se vinieron arriba, controlando el juego algo más que su rival, aunque éste lo intentó hasta el descanso.
En el segundo tiempo las cosas cambiaron y fue el nuevo once del Madrid (algún que otro jugador repitió) quien llevó la voz cantante. En esta ocasión el Promesas salió menos concentrado, lo que propició algún que otro error en los pases y en la defensa. Algo que aprovecharon los visitantes al poco de reanudarse el partido para poner las tablas en un fallo defensivo en cadena de los locales. Rodrigo tuvo bastante participación en este segundo tiempo y, gracias a sus intervenciones y a las salidas siempre acertadas, salvó de mayores sustos.
Como ocurre en el mundo del fútbol en ocasiones, cuando peor estaba jugando el filial del Valladolid llegó el segundo tanto para los de casa. Esta vez de penalti, que Rubén Díaz se encargó de ejecutar. Aún pasarían algunos minutos más en los que al Valladolid poco le duraría el balón en los pies. Sin embargo, un error defensivo entre el central y el lateral de los merengues propició un robo de balón con toda la zaga adelantada que, de nuevo, Rubén Díaz acabaría anotando. Quedaban 15 minutos de encuentro y el Madrid ya lo dio por perdido.
