


4-2: Un "hasta luego" muy amargo
Había pedido Djukic un cambio de imagen con respecto a lo visto frente al Celta y la verdad es que no hubo mucha metamorfosis. El tener ya los deberes hechos, y enfrente a un rival que se jugaba la vida, se tradujo en un partido sin excesiva tensión por parte de los vallisoletanos. Con todo, los delanteros blanquivioletas intentaron tener más puntería que hace días en Zorrilla, pero la defensa volvió a naufragar a la hora de detener las embestidas bermellonas.
Fruto de ese empuje balear llegó en el minuto 17 el tanto de Alfaro, aprovechando un hueco en la defensa vallisoletana y batiendo por bajo a Jaime en su salida. Pudo poner el 2-0 Giovani Do Santos en el 26 pero su disparo se marchó demasiado alto.
Sin embargo, una buena acción indivual de Omar por la izquierdo terminó con un disparo del canario, con rechazó Aouate y que aprovechó Alberto Bueno para poner de nuevo el empate en el marcador. Gol y espejismo, ya que en el 42 Martí aprovechó un balón suelto en la frontal para batir a Jaime y poner el 2-1 justo antes del descanso.
En la segunda parte tuvo la primera en el primer minuto de juego y, en el minuto 6, el partido pudo cambiar por un caída de Larsson al borde del area cuando el sueco se marchaba solo. Geromel sólo vio amarilla y el posterior disparo de Bueno se marchó alto.
A medida que pasaban los minutos la sensación en Son Moix era de un Valladolid desconectado y de un Mallorca dismotivado con victoria esteril, por culpa de los resultados en otros campos. Con todo, Giovani se inventó en el 12 una jugada personal para batir a Jaime en el 3-1 y Marquez volvió a coger una balón en la frontal para marcar el cuarto de los locales en el minuto 23.
Tres minutos más tarde Omar maquilló el resultado con el definitivo 4-2. Seis goles inútiles y que dejan al Mallorca en Segunda y el Valladolid con el sabor amargo de dos derrotas consecutivas que emborronan una gran temporada. Injusta despedida para Djukic.