Víctor Pérez prueba el disparo. Foto: Ángel Becerra
Víctor Pérez prueba el disparo. Foto: Ángel Becerra
Víctor Pérez prueba el disparo. Foto: Ángel Becerra
Guerra celebra su gol. Foto: Ángel Becerra
Ebert asiste. Foto: Ángel Becerra
Instantánea del gol del Sevilla. Foto: Ángel Becerra
Fútbol  |  Real Valladolid-Sevilla

1-1: No fueron Muhammad Ali

28 de Abril de 2013
Escrito por
Antonio Aragón
Aguantó los golpes de un Sevilla disfrazado de George Foreman en un segundo período en el que el cuadro de Unai Emery, consciente de que se jugaba parte de sus opciones de clasificarse para la próxima edición de la Europa League, acumuló atacantes y volcó el juego cerca de los dominios de Jaime. Martilleó con directos, crochets y ganchos de derecha pero nada... El Real Valladolid puso inteligencia, estoica resiliencia y voracidad con el cuero en sus botas a sabiendas de que podía tumbar a su adversario si aprovechaba cualesquiera de las ocasiones que era capaz de generar al contragolpe ante un equipo desatado pero con la guardia baja.

No lo consiguió pese a que contó con opciones para haberlo logrado en medio del alborotado asedio andaluz, capitaneado por Navas y un errático Negredo. Ebert estrelló un balón en el travesaño y Javi Guerra no remató (el balón le dio) un centro raso y demasiado potente del alemán cuando peor lo estaba pasando la tropa de Djukic.

De este modo, se llegó al final de un partido que concluyó con el 1-1 que certificaron los arietes de uno y otro equipo. Negredo a los dieciséis minutos de que se reanudase el juego tras el tiempo de asueto y de penalti discutible; y Javi Guerra a cinco minutos de que concluyese el primer tiempo tras esplendorosa jugada catapultada por Patrick Ebert.

Un primer tiempo jugado a trompicones. Gastado a base de imprecisiones, pelotazos y pérdidas constantes de uno y otro, quizás demasiado timoratos, a la expectativa de lo que pudiera ocurrir y atenazados por sus propios objetivos. Minutos de tanteo en un centro del campo cultivado con minas en virtud de lo adelantadas que jugaban ambas defensas.

Las posesiones, con el paso inexorable del tiempo, se alargaron, pero ninguno de los dos equipos se hacía con el control, con el dominio absoluto. El tedio reinaba y para buscar ocasiones hay que remitirse a una falta directa botada por Ebert que sopló el larguero y a un disparo desde la frontal de Navas, el jugador andaluz más bullicioso, que despejó Jaime.

En el medio del campo había más tentáculos que en una pulpería y fruto de esa incapacidad para llevar la batuta surgió el primer tanto del partido. Ebert roba y combustiona. Fabrica una pared con Óscar y enfila la vertical. Javi Guerra se desmarca hacia el costado derecho y el futbolista germano saca la escuadra y el cartabón para servirle un pase certero que deja al malagueño solo ante Palop, al que batió con sutileza.

1-0, minuto 40 y el primer tiempo que muere con la sensación de que el Real Valladolid tenía el partido controlado. Sin embargo, tras el tiempo de descanso en los vestuarios, el Sevilla saltó al terreno de juego con decisión, con el corsé defensivo desabrochado.

Rakitic estaba más suelto, Navas seguía haciendo diabluras a ritmo de Fórmula Uno y Negredo, que ganaba la espalda a la zaga con facilidad, fallaba más que una escopeta de feria. Erró dos ocasiones claras mientras el Valladolid, con Ebert y Óscar finos, anduvo cerca de aumentar la renta.

Pero desde donde no fallaría el estilete del Sevilla sería desde el punto de penalti en el minuto 61. Una pena máxima que Undiano Mallenco decretó a instancias de su juez de línea por una mano de Marc Valiente carente de intencionalidad y a centro de Koke. Demasiado puntilloso...

Gol que devolvía a las tablas y animaba a un Sevilla incisivo pero que dejaba muchos espacios a sus espaldas que Óscar y Ebert eran capaces de encontrar. En una de estas, el alemán estrelló el esférico en el travesaño. Una ocasión a la que Negredo respondió con una internada dentro del área que envió fuera.

Última ocasión clara de un Sevilla al que se le fueron acabando las ideas fruto del cansancio y que estuvo a punto de derrumbarse si Javi Guerra no hubiese fallado una ocasión inmejorable para haber mandado a los de Emery a la lona. No vio llegar el potente centro de Ebert, el cual le golpeó en vez de ser rematado y se marchó alto. Oportunidad que precedió a un par de arreones corajudos del Sevilla pero estériles.

Al final, tablas. Un punto que deja al Valladolid con 40, a diez de la zona de descenso cuando restan cinco partidos. Es decir, muy cerca de la permanencia y después de un partido en el que plantó cara a un conjunto plagado de futbolistas con muchos quilates en sus botas. Pudo haber sido como Muhammad Ali en el antológico combate ante George Foreman en Kinshasa (Zaire), en el que aguantó una cantidad descomunal de golpes y esperó el momento justo para asestar uno mortal de necesidad, pero le faltó una pizca de acierto o de fortuna. Como deseen.

FICHA TÉCNICA:


1 - REAL VALLADOLID: Jaime; Rukavina, Rueda, Valiente, Balenziaga; Ebert, Rubio, Víctor Pérez, Larsson (Bueno, min. 65); Óscar y Javi Guerra.

1 - SEVILLA CF: Palop; Coke, Fazio, Cala (Alberto, min. 58), Navarro; Navas, Maduro, Hervás (Perotti, min. 64), Reyes (Israel Puerto, min. 87); Rakitic y Negredo.

GOLES: 1-0, min. 40: Javi Guerra; 1-1, min. 61: Negredo, de penalti.

ÁRBITRO: Undiano Mallenco (comité navarro). Amonestó a Cala, Hervás, del Sevilla; y Marc Valiente y Ebert, por parte del Real Valladolid.

INCIDENCIAS: Encuentro correspondiente a la trigésimo tercera jornada de Primera División celebrado en el estadio José Zorrilla ante 16.832 espectadores.