Nacho Martín fue el mejor de los morados. FOTOS: Mariano González
Nacho Martín fue el mejor de los morados. FOTOS: Mariano González
Nacho Martín fue el mejor de los morados. FOTOS: Mariano González
O´Leary contribuyó en ataque y defensa.
Nacho Martín y DeVries se convirtieron en las antorchas de uno y otro equipo.
La grada de Pisuerga apoyó a sus jugadores.
Baloncesto  |  Liga Endesa

86-73: Burbujas doradas

16 de Marzo de 2013
Escrito por
Guillermo Sanz
Los jugadores del Blancos de Rueda viven, y deben vivir, dentro de una burbuja, aislados de todo o que les rodea, centrados en crecer ajenos a la contaminación y dejando entrar en ella sólo lo que les beneficie. Una percepción selectiva en la que los problemas extradeportivos se quedan en el vestuario y los mensajes de ánimo desde la grada son los cereales con los que alimentarse, y el apoyo del coliseo morado es el desayuno de los campeones. 


Cuchara en mano comenzó el partido. Los primeros compases dejaron patente el limbo de mala suerte en el que vive el equipo catalán, que pretendió colgar el peso del encuentro en las espaldas de Josh Asselin. El pivot se jugó la primera y el balón se salió de dentro del aro. Un espejo en el que se ve reflejado el club vallisoletano que hace un año sentía la misma sensación cada jornada; pero cada año el gafe viste un modelo diferente, y Nacho Martín abrió fuego, demostrando que en esta ocasión el papel del patito feo era un sanbenito lanzado bien lejos del río Pisuerga. 


Los nervios siempre son evidentes en la persona con la soga más prieta, y el equipo de Jaume Ponsarnau empezó pronto a intentar sumar de tres en tres, como  si la pintura diera alergia a los jugadores catalanes. El Manresa comenzó bloqueado y el Blancos de Rueda aprovechó su momento para dar una lección de intimidación a su rival (10-2). 


El motor morado estaba lo suficientemente carburado como para no pasar por revisión. Nacho Martín jugó al tres y ganó la apuesta. El vallisoletano demostró una vez más que le sobran galones. Nachos con caviar. El chile picante lo puso David Navarro que salió del banquillo para meter una marcha más al todoterreno pucelano. 


Con Asselin y Troy DeVries fuera de combate, Jaume Ponsarnau removió su baúl y encontró a Adam Hanga. El húngaro cogió prestado el sobrenombre de un histórico compatriota, Puskas, y se convirtió en "cañoncito pum". Dos triples suyos y otro de Álex Hernández volvieron a meter al Manresa en el partido al final del primer cuarto (18-13). 


En el segundo periodo, los protagonistas intercambiaron los papeles. El Manresa se lo creyó más que el Blancos de Rueda y con dos zarpazos seguidos, los catalanes lograron que el equipo de Roberto González sintiera su aliento en la nuca. 


O´Leary desde la línea de tres devolvía a su equipo el aire robado (23-19). No fue más que un oasis en el desierto en el que se estaba convirtiendo el segundo cuarto, en el que el grano de arena más volátil fue Nedzad Sinanovic. El cinco morado fue un explorador con la brújula rota y con el reloj en las mismas condiciones, llegando tarde en ataque y en defensa, sin aportar en el rebote ni en la anotación. 


Mientras el pivote intentaba encontrarse, Troy DeVries descubría el camino hacia el Dorado con un triple que daba la primera ventaja del partido a lo catalanes (23-26) a cinco minutos de llegar al tiempo de descanso. Una cuesta que se puso más cuesta arriba con Adam Hanga sumando puntos y rebotes y con DeVries repitiendo lanzamiento y acierto (23-29). 


En ese momento el crédito se le terminó a los de Manresa; Nacho Martín había vuelto al colmado de Pisuerga y retornaba a la pista sin la intención de fiarse de nadie. El vallisoletano apretó sus dientes y los de sus compañeros hasta que la corriente volviera a ser favorable. Finalmente, David Navarro firmó un pleno en una ronda de tiros libres y devolvió la igualdad al marcador (32-32). Un nuevo partido empezaba en el segundo periodo.    
 

Un nuevo partido y un nuevo Sinanovic. Con la opción de volver a recuperar su carnet por puntos, el center aportó seis y dos rebotes a los primeros compases del tercer cuarto. De la boca del bosnio salieron las primeras palabras del soliloquio en el que se convirtió el partido a partir de ese momento. Alex Hernández quiso interrumpir el momento de reflexión pucelano, pero pronto se volvió a hacer el silencio. El interlocutor no entró en la sala y el Blancos de Rueda habló con la canasta. Una conversación fluida que terminó con un parcial de 19-2 como conclusión. Demasiado peso para las espaldas de un Manresa roto, sin más opción de réplica que la que escondía Troy DeVries en su muñeca (57-40). Poca pólvora para hacer volar por los aires un tanque con cañones morados. 


Sólo un monzón rojiblanco podía dejar desbordado el Pisuerga. Las primeras gotas llegaron con un triple de Álex Hernández; con Troy DeVries comenzó a jarrear. El momento de forma del escolta estadounidense es como para ponerse a temblar, pero no lo suficiente como para dejar al Blancos de Rueda calado. El tercer cuarto había dejado al equipo vallisoletano con la capucha puesta y, por si la moscas, O´Leary y Nacho Martín sacaron el paraguas (72-60). 


Al Bàsquet Manresa se le caían las fichas una a una. Josh Asselin puso la rúbrica a un partido gris cuando en el minuto 32 fue descalificado. Misma suerte que corrieron minutos después Arteaga y Aleksandrov, que tuvo un amargo debut con su nuevo equipo. 

El cuento no tuvo más historia que un final (86-73) para todos los paladares. El amargo para un histórico de la ACB como el Manresa que mete un poco más los pies en el fango del descenso, y el dulce para el equipo de Merlin Roberto González, que sigue haciendo magia con poco más que una varita y dos calderos.  



FICHA TÉCNICA: 


86.- BLANCOS DE RUEDA VALLADOLID: Cizauskas (3), Grimau (9), Montañez (12), Nacho Martín (19) y Sinanovic (10) -Cinco inicial- También jugaron: Ewing (-), Navarro (12), Porta (9), Izquierdo (-) y O´Leary (12). 


73.-BÀSQUET MANRESA:  Álex Hernández (10), Ferrán Laviña (-), Troy DeVries (28), Yanev (-) y Asselin (2) -Cinco inicial- También jugaron: Arteaga (4), Hanga (15), Joan Creus (6), Salva Arco (-), Bitjaa Kody (-) y Aleksandrov (8).


Parciales: 18-14; 14-19; 27-10; 27-31.


Árbitros: José Ramón García Ortiz (36), Lluis Guirao (8) y Martínez Fernández (55). Expulsaron con cinco faltas al local Montañez y a los visitantes Asselin, Arteaga y Aleksandrov.  


Incidencias: Partido perteneciente a la vigésimoquinta jornada de la Liga Endesa, celebrado en el Polideportivo Pisuerga ante, aproximadamente, 6.200 espectadores.