2-1: Al Valladolid le sobra el final
No hizo méritos el Valladolid para perder, aunque quizá tampoco para ganar, pero lo cierto es que la mala suerte se cebó con un conjunto blanquivioleta que vió como el rival le empataba al final del descanso y como le derrotaba en el tiempo de prolongación, y para colmo con un gol en propia puerta de Rukavina y en la enésima mala salida de Dani Hernández.
Y eso que las cosas comenzaron de forma inmejorable para un equipo vallisoletano que a los ocho minutos se adelantó con el tanto de Baraja. Un gran disparo desde la frontal, tras un despeje rival a la salida de un córner, que permitía al Valladolid afrontar el partido de la mejor manera posible.
Anteriormente había avisado Larsson con un disparo cruzado, que obligó a la estirada de Munua, aunque la ocasión más seria tras el gol blanquivioleta fue un remate de Diop desde la frontal que salió muy cerca del larguero. Con todo, las ocasiones por ambos lados fueron más bien escasas, ya que en las dos áreas se echaba de menos a jugadores desequilibrantes como Martins y Oscar.
Si apareció Barkero, primero para avisar con una falta al borde del área, que pegó en la barrero pero que le sirvió para coger distancia. Así, en la segunda ocasión y en el minuto 43, el mismo jugador no desaprovechó la oportunidad para anotar de falta el tanto del empate. Un buen lanzamiento, aunque tal vez Dani se alejó demasiado del poste contrario, lo que evitó que llegara.
En la segunda parte el Levante salió con la lección aprendida y durante varios minutos encerró al Valladolid en su área. Casi nadie quería el balón y el encuentro se volvió espeso y tosco. OLas ocasiones seguían siendo pocas, aunque Guerra pudo marcar con una acción personal dentro del área y Larsson tuvo en sus botas el 1-2, pero su disparo pegó en su compañero Guerra cuando ya buscaba portería.
Y así, con un intercambio de amagos más que de golpes, se llegó al minuto 90. En ese instante el Levante jugaba casi con diez, porque había hecho los tres cambios y Diop estaba lesionado. Djukic quería la victoria pero lo hizo dando entrada a Neira por Oscar. En apenas 60 segundos el argentino apenas tuvo tiempo de perder un balón, que Valdo convertía en una contra y que a pesar de ser frenado en falta terminó en las botas de Martins. Rukavina, en su intento de despeje golpeó el balón hacia su porteria, y a Dani Hernández le pilló a media salida de no se sabe muy bien a donde. Un cúmulo de despropósitos que llevaron al Valladolid a la derrota en el tiempo de prolongación.