Un dulce sueño

"Todos soñamos con ganar al Barcelona, sabemos que será muy difícil, pero si yo como entrenador no pienso que podemos hacerlo y no soy capaz de transmitirlo a mis jugadores es que no valgo para esto", explicó el preparador vallisoletano este jueves en la habitual rueda de prensa, cuyos ecos revolotean con mayor diligencia dada el primer orden mundial que ocupa el contrincante. Dichosa experiencia si se recuerda el hastío de los años pasados y se atiende a la notoria posición que ocupa el cuadro blanquivioleta.

Djukic dejó claro que la empresa es de aguerrido expedicionario. Más aún cuando no espera a este Barcelona inmaculado relajado. La recaída de su entrenador, Tito Vilanova, de su enfermedad (se le extirpó un tumor en la glándula parótida hace un año), contribuirá a que sus jugadores quieran dedicarle un triunfo.

"Lo de su enfermedad es un palo muy duro para el fútbol mundial, le deseo una pronta recuperación porque ahora todo lo demás está en muy segundo plano, aunque yo imagino que los jugadores querrán dedicarle un triunfo a su entrenador", señaló.

Respecto al desarrollo del choque y cuestiones más técnicas, Djukic espetó: "Sabes que ellos te van a dominar, pero si te encierras se lo pones demasiado fácil, hay que ser valientes ante el Barça. No firmo el empate antes de jugar, es un partido que nos medirá a los mejores del mundo, que nos servirá para saber dónde estamos y para aprender solamente en el caso de que lo afrontemos con nuestras propias armas. Si no, no valdrá para nada".

Más bien, el Real Valladolid deberá "defender con mucha intensidad, con mentalidad de sacrificio para el equipo y lo más lejos posible la portería para poder hacerles daño cuando recuperemos la pelota, intentaremos alejarlos lo más posible de nuestra área", insistió el técnico que recalcó, para concluir, que para defender a Messi es "importante es no dejarle recibir ente líneas porque cuando encara es muy difícil de parar".