102-104: Nadar para morir en la orilla

De Inicio Fuenlabra confirmó lo que habia avisado Roberto González en la previa, un equipo que lanza mucho y que si se encuentra cómodo es un rival complicado. Dos triples consecutivos para abrir el duelo, bien respondidos con otras dos jugadas más elaboradas de los vallisoletanos.

Dos triples que se convirtieron en siete en todo ese primer periodo y que llevaron en volandas a Fuenlabrada para mandar en el juego y en el marcador, 23-31.

Roberto González tuvo que echar mano de Sinanovic, a pesar de su esguince de tobillo, para intentar frenar la sangría visitante. Pero Fuenlabrada estaba "enchufado" y su acierto exterior obligó al técnico vallisoletano a pedir tiempo muerto con un preocupante 23-41 para los madrileños.

Blancos de Rueda no encontraba la llave para cerrar su zona y, por el contrario, los de Trifon Poch se crecían por momentos. De hecho, el segundo cuarto acabó como el primero, con una canasta sobre la bocina de los visitantes para dejar el marcador en un sonrojante 34-53.

El paso por el vestuario entonó algo más a un conjunto local que en la segunda parte salió con otra intensidad en defensa. Trabajo duro y constante para ir anulando todo el armamento ofensivo de Fuenlabrada. Con solidaridad defensiva y tranquilidad en ataque el equipo se acercó a la decena de puntos de desventaja, lo que obligó a Trifon Poch a pedir tiempo muerto (46-59, min. 28). Con todo, el tercer cuarto terminó con un más esperanzador 57-65 para Fuenlabrada.

Arrancó el último cuarto con el duelo abierto pero Fuenlabrada no había dicho su última palabra. Los triples volvieron a escena y el conjunto madrileño se marchó hasta los 15 puntos de renta, 58-73, lo que obligó a Roberto González a pedir tiempo muerto a ocho minutos para el final.

Reacción tardía

La conexión Valters-Feldeine hacía mucho daño pero el orgullo de la plantilla vallisoletano ya ha quedado demostrada en más de una ocasión. Por eso, y a pesar del tira y afloja en el marcador, el Blancos de Rueda siguió insistiendo y logró volver a acercarse a cinco puntos, 73-78, lo que obligó a un nuevo parón visitante. Y no terminó ahí la reacción local. Tres triples consecutivos de Nacho Martín acercaron el marcador a tres puntos, 84-87, a dos minutos para el final.

Se entró así en el último minuto con un Blancos de Rueda lanzado y un Fuenlabrada que veía fantasmas del pasado. De hecho, la remontada se completó a 43 segundos para el final cuando O´leary puso a su equipo por primera vez por delante, 90-89. Un triple de Valters y una canasta llorando de O´Leary llevó al partido a la prórroga con empate a 92.

Cinco minutos extras que comenzaron con una pérdida de Fuenlabrada y dos tiros libres anotados por Renfroe, 94-92. Pero los nervios también hicieron acto de presencia y los locales comenzaron a fallar tiros libres y los visitantes triples. Así se entró en el último minuto con tres arriba para Fuenlabrada, 96-99.

Sesenta segundos que arrancaron con un triple de Tripkovic pero también con un esguince de tobillo de David Navarro. Además, Hunter vio la quinta falta, lo que obligó a regresar a pista a un renqueante Sinanovic. Demasiado lastre que tuvo como puntilla una canasta sobre la bocina de los madrileños para poder el definitivo 102-104.