Fútbol  |  Crónica Getafe-Real Valladolid

2-1: Del todo a la nada

18 de Noviembre de 2012
Escrito por
Chus Rodriguez

Cuando parecía que el Pucela se podía llevar uno de esos
partidos que gana el equipo que más empaque demuestra, el muro de los tres
puntos se derrumbó para volver de vacío. Dos fallos en cinco minutos y en el
momento clave del encuentro. Cuando el partido entra en esa fase en la que las
agujas del reloj aceleran y el fútbol frena: el tiempo pasa sin que pase nada.

Bastante había pasado hasta ese minuto 73 del duelo. En el
comienzo la historia fue la habitual. Un Valladolid confiado, rozando la
relajación e inferior a su rival. Pero tranquilo con el 0-0. Sin prisas y
dejando hacer. El rival se crece y roza el gol, pero el trabajado duende
defensivo respalda al equipo de Djukic. Rueda salvó sobre la línea de gol un
balón que iba para adentro tras una vaselina de Gavilán, Dani un remate de
cabeza de Diego Castro y un remate de Alcácer a bocajarro. Y así unas cuantas.
De una en una pero sin que el balón entre.

Manucho era el único que arriba ofrecía movilidad, que
ganaba algún balón de los saques de Dani Hernández y hacía avanzar al equipo.
Poco más. Ebert pareció más fatigado de lo habitual y tanto Rukavina como
Balenziaga se mantenían tímidos. Solo un paso atrás del Getafe, que sumó tres
amarillas en media hora de juego, alentó a los blanquivioleta. Se fueron
estirando sin encerrar a los madrileños, hasta que Óscar hizo pupa. En uno de
esos minutos determinante, a segundos del descanso, el salmantino culminó una
jugada de distribución de Rubio después de que Ebert probase a Moyá y Manucho
pelease el balón al borde del área pequeña. (0-1). El Real Valladolid se fue
con un caramelo al descanso.

Tras el asueto el Pucela volvió más suelto, con el Getafe
con el ansia de empatar pero algo bloqueado los vallisoletanos intentaron
sentenciar. Clos Gómez no señaló un penalti de Pedro León sobre Omar Ramos que
pareció. Hubo contacto. ¿El suficiente? Suficiente es que haya algo, por leve
que sea. Clos pareció dudar para finalmente no señalar la pena máxima. Poco
después, el canario envió un balón al larguero que casi entra al bajar al
verde. Se resistió.

Luis García empezaba a sudar tinta china en el banquillo.
Pitos para sus cambios y aplausos para sus jugadores retirados: Madera y Diego
Castro. Entraron Barrada y Lafita. Djukic decidió refrescar el ataque y Guerra
relevó a Manucho. El mal momento del malagueño pareció contagiar al resto del
equipo. Entró y todo se vino abajo. En cinco minutos, Pedro León botó un córner
cerrado, Dani dudó, Balenziaga perdió la marca y Alexis empató de cabeza (1-1).
Solo dio tiempo para que entrase Sastre y se retirase Rubio hasta que llegó el
segundo. Lafita lo hizo todo. Un gol del Lafita de hace años. (2-1). El Valladolid
entró en depresión y ni rozó el ahogo al Getafe en busca del empate. El
caramelo voló por arte de dos despistes.