Javi Guerra celebra uno de los goles del play off. FOTO Photogenic
Fútbol | Real Valladolid
La apuesta y la novia
25 de Julio de 2012
La novia es más esbelta. Su sombra proyecta sinuosas curvas y una simpatía colosal. El afinado pivote se relame. ¡Well done, baby!. Objetivo cumplido y el noviazgo, fortalecido. Las urgencias se han convertido en un proyecto de futuro. Arraigado.
Jamás anduvo por las ramas. No ocultó sus anhelos, sus ambiciones para nada mundanas. Deseaba jugar en Primera y los cantos de sirena llegados allende la península agigantaban el ímpetu por poner punto y final a un vínculo teñido de blanco y violeta.
Para nada cuestión baladí. Exigencias del guión o del valor acordado por contrato, lo que ayudó a que dichos murmullos cada vez fuesen más tenues. Entonces, y vía Twitter (tan de moda en estos tiempos de información desmesurada), reveló su apuesta. Decidida, como la intención de la clase política de este país por ganar el Óscar a la ineptitud.
Echó un "all in" al ascenso. No erró. Su jugada era ganadora, aunque había que sudar sangre para que así fuese. Ahora, con "treinta tacos", paladea el idilio de su carrera. Las mariposas revolotean centelleantes en su estómago y ha iniciado el mes previo a su consolidación en la élite con la ilusión de un púber.
Exageraciones metafóricas que valen para enredar las declaraciones vertidas este miércoles por el futbolista malagueño, "capo cañoneri" del equipo en las dos últimas campañas. Se le cuestionó por hipotéticas ofertas y la posibilidad de que alguna de estas le aturda y le separe del olor que emana desde la ribera del Pisuerga.
Su respuesta fue diáfana. Esgrimió que no cree que "deportivamente" puedan ofrecerle algo mejor que jugar en Primera con el Real Valladolid y, "económicamente tampoco", dado la convulsa situación económica que ayerma el mercado del fútbol español. Una lonja "low cost".
"Lo más importante para mí era dar el salto a Primera. Ya me tocaba con 30 años. No pienso en nada más que en darlo todo aquí. El mejor fichaje para mí era conseguir el ascenso, por lo que lo que quiero hacer es hacerlo bien y jugar", ahondó el delantero centro del Real Valladolid, que, asimismo, refrendó su compromiso con el gol pese a que es consciente de que, en la novísima categoría, será "más" difícil perforar las redes adversarias.
Lo que no quiere decir que su pacto para con el equipo, el entrenador, la hinchada, se diluya, pues intentará "dar el máximo para ayudar al equipo a conseguir la permanencia" mediante la labor que se le "exige": marcar goles. Convencido está de que el Real Valladolid, "con el estilo de juego" que posee, tendrá "ocasiones" para que él siga viendo puerta con asiduidad.
Ha empezado a preparase para ello. Tenía "muchas ganas" de volver a entrenarse y "coger cuanto antes la forma" después del bien hallado descanso del guerrero que prosiguió a una temporada "muy sacrificada y muy larga".
"Fuimos el último equipo en acabar y el último en empezar. Había que disfrutarlo. Mereció la pena y ahora venimos con las pilas cargadas al máximo y con muchas ganas de hacer las cosas bien, de que se hable bien del Real Valladolid. Hay muchos jugadores que van a debutar en Primera y estamos ante una oportunidad muy importante", añadió.
Ilusión rebosante que contrasta con la "difícil" situación de seis de sus compañeros a los que el club busca una salida y que no realizarán la concentración de pretemporada en el Balneario de Mondariz (Pontevedra) del 4 al 12 de agosto. "Es difícil para el club y para ellos. Sólo puedo darles ánimo. El año pasado éramos mucha gente y era difícil trabajar. Hay que entender a las dos partes", concluyó el futbolista acerca de la agitación surgida en el retorno a los entrenamientos.
Guerra participó en el de este miércoles por la mañana, eminentemente físico, y en el que también ha estado presente el ghanés Ismail Razak, ya recuperado de la indisposición que le privó de entrenarse ayer.
Los que no estuvieron fueron Jorge Alonso y Marcos García "Marquitos", pues se sometieron a diferente pruebas médicas, aunque se espera que sí estén presentes en la sesión que está a punto de comenzar mientras estas letras se aparean. El Real Valladolid ha programado jornadas con doble sesión de entrenamiento para las próximas fechas después de los dos primeros días de pretemporada en los que sólo tuvieron una por jornada.
Jamás anduvo por las ramas. No ocultó sus anhelos, sus ambiciones para nada mundanas. Deseaba jugar en Primera y los cantos de sirena llegados allende la península agigantaban el ímpetu por poner punto y final a un vínculo teñido de blanco y violeta.
Para nada cuestión baladí. Exigencias del guión o del valor acordado por contrato, lo que ayudó a que dichos murmullos cada vez fuesen más tenues. Entonces, y vía Twitter (tan de moda en estos tiempos de información desmesurada), reveló su apuesta. Decidida, como la intención de la clase política de este país por ganar el Óscar a la ineptitud.
Echó un "all in" al ascenso. No erró. Su jugada era ganadora, aunque había que sudar sangre para que así fuese. Ahora, con "treinta tacos", paladea el idilio de su carrera. Las mariposas revolotean centelleantes en su estómago y ha iniciado el mes previo a su consolidación en la élite con la ilusión de un púber.
Exageraciones metafóricas que valen para enredar las declaraciones vertidas este miércoles por el futbolista malagueño, "capo cañoneri" del equipo en las dos últimas campañas. Se le cuestionó por hipotéticas ofertas y la posibilidad de que alguna de estas le aturda y le separe del olor que emana desde la ribera del Pisuerga.
Su respuesta fue diáfana. Esgrimió que no cree que "deportivamente" puedan ofrecerle algo mejor que jugar en Primera con el Real Valladolid y, "económicamente tampoco", dado la convulsa situación económica que ayerma el mercado del fútbol español. Una lonja "low cost".
"Lo más importante para mí era dar el salto a Primera. Ya me tocaba con 30 años. No pienso en nada más que en darlo todo aquí. El mejor fichaje para mí era conseguir el ascenso, por lo que lo que quiero hacer es hacerlo bien y jugar", ahondó el delantero centro del Real Valladolid, que, asimismo, refrendó su compromiso con el gol pese a que es consciente de que, en la novísima categoría, será "más" difícil perforar las redes adversarias.
Lo que no quiere decir que su pacto para con el equipo, el entrenador, la hinchada, se diluya, pues intentará "dar el máximo para ayudar al equipo a conseguir la permanencia" mediante la labor que se le "exige": marcar goles. Convencido está de que el Real Valladolid, "con el estilo de juego" que posee, tendrá "ocasiones" para que él siga viendo puerta con asiduidad.
Ha empezado a preparase para ello. Tenía "muchas ganas" de volver a entrenarse y "coger cuanto antes la forma" después del bien hallado descanso del guerrero que prosiguió a una temporada "muy sacrificada y muy larga".
"Fuimos el último equipo en acabar y el último en empezar. Había que disfrutarlo. Mereció la pena y ahora venimos con las pilas cargadas al máximo y con muchas ganas de hacer las cosas bien, de que se hable bien del Real Valladolid. Hay muchos jugadores que van a debutar en Primera y estamos ante una oportunidad muy importante", añadió.
Ilusión rebosante que contrasta con la "difícil" situación de seis de sus compañeros a los que el club busca una salida y que no realizarán la concentración de pretemporada en el Balneario de Mondariz (Pontevedra) del 4 al 12 de agosto. "Es difícil para el club y para ellos. Sólo puedo darles ánimo. El año pasado éramos mucha gente y era difícil trabajar. Hay que entender a las dos partes", concluyó el futbolista acerca de la agitación surgida en el retorno a los entrenamientos.
Guerra participó en el de este miércoles por la mañana, eminentemente físico, y en el que también ha estado presente el ghanés Ismail Razak, ya recuperado de la indisposición que le privó de entrenarse ayer.
Los que no estuvieron fueron Jorge Alonso y Marcos García "Marquitos", pues se sometieron a diferente pruebas médicas, aunque se espera que sí estén presentes en la sesión que está a punto de comenzar mientras estas letras se aparean. El Real Valladolid ha programado jornadas con doble sesión de entrenamiento para las próximas fechas después de los dos primeros días de pretemporada en los que sólo tuvieron una por jornada.