El Fundación Grupo Norte viaja a Zaragoza

Prácticamente con el Fundosa Once como campeón de Liga, si gana este fin de semana lo será matemáticamente y tomará el relevo a los vallisoletanos, sólo quedarán con ésta tres jornadas: en tierras aragonesas, uno en Valladolid, y otro el que se jugará en Vélez-Málaga.

Con un pie y medio en la categoría de plata, el CAI de Zaragoza ocupa en estos momentos la última posición en la clasificación. Tan sólo ha conseguido ganar dos partidos en lo que va de competición y parece que tiene todas las papeletas para acompañar al Amiab Albacete a la segunda categoría del baloncesto en silla de ruedas español. De hecho, el CAI sólo evitará el descenso matemático si vence al Fundación Grupo Norte y el Servigest Burgos pierde contra el Aldasa Amfiv de Vigo en un partido que se presentará muy intenso y que, por desgracia para los castellanos, se jugará en Vigo y no en el Talamillo.   

Pero, a pesar de todo, del CAI de Zaragoza nadie se puede fiar y más los vallisoletanos que, tradicionalmente, los partidos contra los maños en su casa no se les da precisamente bien. Y si no, basta recordar el encuentro de hace dos temporadas, con Knowles, Zavala y Highcock en la plantilla pucelana, donde los morados perdieron contra todo pronóstico.

Después de casi media temporada sin su jugador franquicia, el iraní Torfi, que se incorporó al equipo ya muy avanzada la competición, los aragoneses comenzaron la temporada sintiendo los rigores de la competición. Y es que todos los partidos los contaban por derrotas a pesar de mantener un gran bloque formado por Genrri Tejada, Ángel Maldonado, Pedro Pérez y Fernando Vila, jugadores ‘mayores’ pero que atesoran una enorme experiencia que aplican a la perfección en todos los partidos.

Junto a la llegada de Torfi, en enero también llegó al equipo zaragozano Xavier Escudé, que se desligó del equipo con el que había comenzado la temporada, el Servigest Burgos, dotando al equipo de mayor altura. Un jugador que marca la diferencia por su altura y buen manejo de la silla, además de su capacidad para anotar.