Oscar celebra el primero de sus tres goles. FOTO Photogenic
Fútbol | Real Valladolid-Nastic
4-0: Óscar lo hace fácil
5 de Febrero de 2012
Un triunfo imponente, a pesar de las dudas iniciales, que suscribe la cadencia soberbia de este equipo, cuya idea balompédica reside en acunar la pelota, darle sentido. Así, el Valladolid partía con la intención de dominar, de maniatar a su adversario con su fútbol troquelado y repleto de criterio. No obstante, se notó que el Nastic de Tarragona estaba acuciado por la necesidad, pues se empleó con agresividad en robar el esférico en el medio del campo.
Fruto de esta insistencia, los hombres de Jorge D'Alessandro arrinconaron al Real Valladolid en su campo, pero era cuestión de tiempo que empezase a carburar y a meter más cloroformo a la pelota. Habían pasado siete minutos y los hombres de Djukic se desquitaban de la asfixia momentáneamente.
Sin embargo, cada pérdida en el medio del campo se traducía en un vertiginoso ataque que, a los diez minutos de juego, labró dos ocasiones claras y con las que el Nastic pudiera haber asestado el primer golpe. Powel y Hugo Bargas erraron sus disparos.
La precipitación se apoderaba por momentos de los jugadores blanquivioletas, a los que el Nastic tenía controlados con su orden y su infatigable animosidad. Eso sí, el Valladolid apostaba por trasladar el balón de un lado a otro cuando conseguía librarse de la presión tarraconense, ya menguada en ímpetu y coordinación.
De este modo, las posesiones se alargaron y los hombres creativos, como Víctor Pérez u Óscar, recibían con comodidad, pudiendo verter así su clarividencia destilada. De este modo, fue el salmantino el que abrió la lata tras un saque de esquina botado con precisión por Nauzet al segundo palo. Óscar lo remachó y puso el 1-0 a los 21 minutos de juego.
Un gol que apaciguó la rebelión tarraconense. El Real Valladolid, con Óscar de timón y dos costados incisivos, cocinaba cada ataque, cada posesión, a fuego lento. Tenía los ingredientes y estaba con la motivación suficiente como para hacer un copioso y sabroso banquete.
Óscar era el "chef" que, sobre el 36, logró el segundo. Recibió en el corazón del área, libre de marca, y con la elegancia de James Bond, batió a Rubén Pérez. Amago y tiro. Certero y sutil. 2-0 y la grada en ebullición.
Más dinamita local
Pero ahí no se apagó la dinamita, pues Óscar se apuntó el tercero en su cuenta antes del descanso. Recogió un pase y con una vaselina hizo estéril la alocada salida de Rubén Pérez. Un tanto que llegó al filo del tiempo de asueto y que dejaba el duelo sentenciado.
En la reanudación, más de lo mismo, aunque con más espacios. Los jugadores del Nastic perseguían sombras y los del Valladolid hilvanaban cada ataque con mimo y perseverancia. El cuadro tarraconense era una marioneta y los tres cambios que agotó de Alessandro ya en el 55 surtieron de escaso efecto revulsivo.
El Valladolid tocaba a placer y hasta inusuales como Nafti se animaban con disparos más que intencionados. El que no tendría oportunidad de seguir perforando la red adversaria (ya se había quedado agusto con el primer hat-trick de su carrera) fue Óscar, quien al ser sustituido por Bueno recibió una ovación del respetable. Faena de dos orejas y rabo.
Sin embargo, con el paso de los minutos el Nastic se estiró de forma timorata. Subió unos metros su línea de presión y comenzó a llegar con asiduidad a los dominios de Jaime. Aún así, se notaba que lo hacía con la desgana de quién ya se ve derrotado.
Abulia que acabó por consumirle mientras el Real Valladolid seguía acumulando ocasiones sin grandes alardes. Lo hacía muy fácil, moviéndose con una sincronía que hablaba del potencial del segundo clasificado del campeonato y con Víctor Pérez, otrora criticado, ejercía de director de orquesta.
Asediaba con muy poco y bailaba al Nastic, equipo que veía como encajaba el cuarto gol de la tarde. Bueno asistió a Marquitos quien obligó a Rubén Pérez a realizar una meritoria parada, aunque su rechazo cayó a las botas de Guerra, quien no perdonó en el minuto 80. Para variar.
Hubo ocasiones para materializar la "manita" pero, al final, el resultado no se movió y el Real Valladolid consiguió un a victoria holgada y solvente que le mantiene en puestos de ascenso.
4 - REAL VALLADOLID: Jaime, Balenziaga, Jesús Rueda, Marc Valiente, Peña, Nauzet
Alemán, Nafti (Rubio, min. 73), Víctor Pérez, Jofre (Marquitos, min.
77), Óscar (Bueno, min. 59) y Javi Guerra.
Goles: 1-0: Min 21, Óscar. 2-0: Min. 38, Óscar. 3-0: Min 45. Óscar. 4-0: Min. 80, Guerra.
Árbitro: Mariscal Sánchez (C. andaluz). Amonestó a Seoane.
Fruto de esta insistencia, los hombres de Jorge D'Alessandro arrinconaron al Real Valladolid en su campo, pero era cuestión de tiempo que empezase a carburar y a meter más cloroformo a la pelota. Habían pasado siete minutos y los hombres de Djukic se desquitaban de la asfixia momentáneamente.
Sin embargo, cada pérdida en el medio del campo se traducía en un vertiginoso ataque que, a los diez minutos de juego, labró dos ocasiones claras y con las que el Nastic pudiera haber asestado el primer golpe. Powel y Hugo Bargas erraron sus disparos.
La precipitación se apoderaba por momentos de los jugadores blanquivioletas, a los que el Nastic tenía controlados con su orden y su infatigable animosidad. Eso sí, el Valladolid apostaba por trasladar el balón de un lado a otro cuando conseguía librarse de la presión tarraconense, ya menguada en ímpetu y coordinación.
De este modo, las posesiones se alargaron y los hombres creativos, como Víctor Pérez u Óscar, recibían con comodidad, pudiendo verter así su clarividencia destilada. De este modo, fue el salmantino el que abrió la lata tras un saque de esquina botado con precisión por Nauzet al segundo palo. Óscar lo remachó y puso el 1-0 a los 21 minutos de juego.
Un gol que apaciguó la rebelión tarraconense. El Real Valladolid, con Óscar de timón y dos costados incisivos, cocinaba cada ataque, cada posesión, a fuego lento. Tenía los ingredientes y estaba con la motivación suficiente como para hacer un copioso y sabroso banquete.
Óscar era el "chef" que, sobre el 36, logró el segundo. Recibió en el corazón del área, libre de marca, y con la elegancia de James Bond, batió a Rubén Pérez. Amago y tiro. Certero y sutil. 2-0 y la grada en ebullición.
Más dinamita local
Pero ahí no se apagó la dinamita, pues Óscar se apuntó el tercero en su cuenta antes del descanso. Recogió un pase y con una vaselina hizo estéril la alocada salida de Rubén Pérez. Un tanto que llegó al filo del tiempo de asueto y que dejaba el duelo sentenciado.
En la reanudación, más de lo mismo, aunque con más espacios. Los jugadores del Nastic perseguían sombras y los del Valladolid hilvanaban cada ataque con mimo y perseverancia. El cuadro tarraconense era una marioneta y los tres cambios que agotó de Alessandro ya en el 55 surtieron de escaso efecto revulsivo.
El Valladolid tocaba a placer y hasta inusuales como Nafti se animaban con disparos más que intencionados. El que no tendría oportunidad de seguir perforando la red adversaria (ya se había quedado agusto con el primer hat-trick de su carrera) fue Óscar, quien al ser sustituido por Bueno recibió una ovación del respetable. Faena de dos orejas y rabo.
Sin embargo, con el paso de los minutos el Nastic se estiró de forma timorata. Subió unos metros su línea de presión y comenzó a llegar con asiduidad a los dominios de Jaime. Aún así, se notaba que lo hacía con la desgana de quién ya se ve derrotado.
Abulia que acabó por consumirle mientras el Real Valladolid seguía acumulando ocasiones sin grandes alardes. Lo hacía muy fácil, moviéndose con una sincronía que hablaba del potencial del segundo clasificado del campeonato y con Víctor Pérez, otrora criticado, ejercía de director de orquesta.
Asediaba con muy poco y bailaba al Nastic, equipo que veía como encajaba el cuarto gol de la tarde. Bueno asistió a Marquitos quien obligó a Rubén Pérez a realizar una meritoria parada, aunque su rechazo cayó a las botas de Guerra, quien no perdonó en el minuto 80. Para variar.
Hubo ocasiones para materializar la "manita" pero, al final, el resultado no se movió y el Real Valladolid consiguió un a victoria holgada y solvente que le mantiene en puestos de ascenso.
FICHA TÉCNICA
4 - REAL VALLADOLID: Jaime, Balenziaga, Jesús Rueda, Marc Valiente, Peña, Nauzet
Alemán, Nafti (Rubio, min. 73), Víctor Pérez, Jofre (Marquitos, min.
77), Óscar (Bueno, min. 59) y Javi Guerra.
0 -
NÁSTIC TARRAGONA: Rubén Pérez; Sergio Juste, Mairata, Arzu, Mingo;
Seonane, Longás, Morán (Tuni. min. 45), Abalo (Rey, min. 56); Bargas y
Powel (Orbegozo, min. 11).
NÁSTIC TARRAGONA: Rubén Pérez; Sergio Juste, Mairata, Arzu, Mingo;
Seonane, Longás, Morán (Tuni. min. 45), Abalo (Rey, min. 56); Bargas y
Powel (Orbegozo, min. 11).
Goles: 1-0: Min 21, Óscar. 2-0: Min. 38, Óscar. 3-0: Min 45. Óscar. 4-0: Min. 80, Guerra.
Árbitro: Mariscal Sánchez (C. andaluz). Amonestó a Seoane.
Incidencias: Estadio Zorrilla. 7.900 espectadores.