0-1: Hechuras de favorito
El Pucela no mostró su mejor fútbol en El Collao, pero ganó uno de esos partidos que hay que ganar si en junio se quiere ascender. Sin convencer, sin sufrir en exceso y con un solitario gol. Ni dominó, ni se dejó dominar. No mostró la solvencia de semanas atrás, pero aguantó. Y cuando parecía seguro el reparto de puntos, zarpazo para pasar por lo menos una noche saboreando el liderato de la Liga Adelante. Recuerdos de Mendilíbar. Palabras mayores, sueños inevitables.
Djukic repitió un once titular por primera vez en cinco meses, en 22 jornadas. Fue el de la 17, con Jofre y Nauzet Alemán en las bandas y el bloque habitual, y preferido, del serbio. El campo tenía los metros esperados, pero el césped lucía alto y cargado, fruto de las lluvias de las últimas horas en tierras levantinas.
El Alcoyano aguantó una parte y media. Aguantó y peleó, incluso con sucesión de ocasiones para adelantarse en el luminoso. La más clara la tuvo Paco Esteban, en un mano a mano con demérito del delantero y mérito de Jaime Jiménez, que aguantó hasta sentirse un muñeco. Bendito muñeco. Tras su declaración de amor twittera durante la semana, Javi Guerra lució con orgullo la blanquivioleta, pero se fue sin mojar. También tuvo la suya cara a cara de Maestro.
Ya en el segundo tiempo, el Valladolid se fue encontrando más cómodo con el paso de los minutos. Víctor Pérez salió de la madriguera y se alió con su pareja de baile. Nafti fue de lo mejor, incluso asistió a Óscar González en una jugada que terminó en gol del charro. Fue anulado injustamente y el tanto debió subir al marcador. Segunda vez esta temporada con Melero López como colegiado. Entendió que había fuera de juego, pero no lo era.
Lejos de asustarse, los blanquivioleta alcanzaron sus mejores momentos de fútbol. En una jugada que no prometía nada, en un balón que le llegó a Nauzet Alemán escorado en el perfil derecho y lejos de la portería rival, Nauzet probó fortuna y la diosa le recibió con los brazos abiertos. Tanto que el disparo se envenenó al tocar en un jugador del Alcoyano para terminar colándose en el fondo de las mallas.
El Alcoyano recuperó hasta el pitido final el oxígeno que le había faltado en los momentos clave. Marc Valiente, impoluto durante todo el encuentro, salvó los tres puntos al robarle la cartera a Wellington cuando El Collao celebraba el empate. Un partido para no comprarle marco, pero para añadirlo a la lista de once encuentros consecutivos sin perder y tres lejos de Zorrilla venciendo.