Marta Domínguez, junto a Luis Barcenilla, Enrique Martín y Martín J. Fernández Antolín.
Marta Domínguez, junto a Luis Barcenilla, Enrique Martín y Martín J. Fernández Antolín.
Marta Domínguez, junto a Luis Barcenilla, Enrique Martín y Martín J. Fernández Antolín.
Más deportes  |  Atletismo

Marta Domínguez: “Si en el 2012 consigo mi éxito será la guinda del pastel”


La atleta palentina y actual campeona del mundo de 3.000 metros obstáculos, estuvo este medio día en la Universidad Europea Miguel de Cervantes para ofrecer una conferencia –a alumnos de INEF y público en general- centrada en el esfuerzo que ha realizado a lo largo de toda su carrera para obtener la medalla de oro de Berlín 2009. Como dijo la propia fondista en numerosas ocasiones, “a estos niveles no se puede llegar de la noche a la mañana, llevo preparándome toda la vida”.


Precisamente, habló de sus inicios en el mundo del atletismo, los cuales se remontan a cuando tenía 9 años. “Mi sueño fue ser la mejor del mundo, ser campeona Olímpica. Vi a Fermín Cacho convertirse en campeón del mundo y me dije por qué no emularle”. No fue nada fácil el camino, ya que “tuve que renunciar a muchas cosas, adquirir una responsabilidad, unos horarios y una disciplina férrea”. Todos estos esfuerzos, que Marta consiguió superar gracias al apoyo de los suyos, al de su entrenador y al de las “instituciones públicas y empresas privadas, sin las cuales el trabajo sería muy difícil”.


Asimismo, quiso dejar claro que un deportista “no es una máquina que siempre puede correr al cien por cien”. Hay que tener una preparación mínima detrás, fabricar “una buena base, la estructura para después ir puliendo”.
 
Una de las cosas que tuvo claro desde el primer momento y así manifestó a su público fue la importancia de adquirir una formación académica, “porque aunque destaques muy pronto en el atletismo no se va a poder vivir de ello”. Por eso, compaginó los entrenamientos con los estudios de magisterio en Educación Física.


También habló de las lesiones, tan presenten en la vida de los deportistas, que acaban truncando los sueños y las metas. Es lo que le ocurrió en las Olimpiadas de Atenas 2004. “Un mes antes de ir a los Juegos me rompí un tendón y estuve prácticamente un año entero sin poder entrenar. Llegas creyendo que te vas a comer el mundo y te ponen en tu sitio”. Domínguez aportó dos consejos a seguir para prevenir una lesión: “escuchar a tu médico y al cuerpo”, además de tener “mucha paciencia para cuando te ocurra algo así”.


La atleta declaró que es “más complicado mantenerse en lo alto que llegar hasta allí”. La alimentación y los cuidados son esenciales para los deportistas, algo que sin duda, la campeona mundial conoce y respeta bien. “Empiezo el día durmiendo siempre nueve horas. Desayuno y entreno de dos horas y media a tres. De ese tiempo, la mitad me lo paso corriendo para estimular los músculos y el corazón, y la otra mitad realizo ejercicios de preparación física. Estiro y me voy durante dos horas a que me practiquen un masaje de sufrimiento, no de placer. Como, duermo la siesta entre dos horas y media o tres y, después, vuelvo a entrenar otras tres horas con carrera y ejercicios. Me ducho, ceno y a la cama”.


Esta es su rutina diaria durante los tres meses anteriores a un campeonato. A todo ello, también tiene que sacar tiempo para “las relaciones sociales, las entrevistas y los reportajes” que, como confiesa, es “lo que peor llevo porque hay que explicar a los periodistas que no siempre se puede ganar, y los hay que si no ganas te critican. A mí me lo han hecho y hay veces que te cansa dar tantas explicaciones”.


Ahora bien, también admitió que siempre ha querido contribuir a mejorar las cosas, por ello es un “honor” dar charlas como la de hoy, ya que “los deportistas transmitimos una especie de valores que la juventud copia. Yo intento trasladar a la gente lo mejor, siempre con una sonrisa”.


Justamente, de la sonrisa de Marta Domínguez habló el presidente de la Diputación de Palencia, Enrique Martín. El representante institucional presentó a la fondista como “una palentina más, la que nunca dice que no, a la que se le ve con los chavales, la que nunca rechaza hacerse fotos y la que siempre está sonriendo”.


Y es que, a la atleta tampoco le falta sentido del humor. Comenzó su exposición con el visionado de una de sus carreras más famosas. No fue la que le dio el oro en el Campeonato del Mundo, sino la de la final de las Olimpiadas de Pekín, en la que se cayó –a 200 metros de la línea de meta- al tropezarse con el último obstáculo. “Era mi cuarta carrera de 3.000 metros obstáculos, ya que hacía tres meses que había cambiado de disciplina deportiva. Salí en la novena posición, remontando. Sabiendo que mis rivales irían pinchando por el fuerte ritmo que impuso la rusa Samitova. Me vi con opciones de medalla y, precisamente, por querer conseguir la plata, acabé sin nada. Al final me pusieron en mi sitio, en casa y con las manos vacías”. Pero la importancia de esta carrera fue “que me sirvió para el año siguiente, me marcó para seguir trabajando, para convertirme en campeona del mundo”.


Este fue el mensaje que quiso trasmitir en todo momento al auditorio, que “lo que hagáis en la vida, lo hagáis bien, intentando dar el máximo para estar orgullosos luego de vosotros mismos”.


A pesar de que la mayor parte de la charla se centro en su pasado, también manifestó sus planes de futuro, que pasan por participar en Juegos de Londres 2012. Hasta el momento, se le han resistido las medallas Olímpicas, aunque intentará conseguir una para completar su –ya de por sí grande- palmarés. “Si en el 2012 llego bien y consigo mi éxito, será la guinda del pastel. Si no lo consigo, no pasará nada. Ya he cosechado mis éxitos a nivel nacional e internacional”.