Lamentable espectáculo de la selección italiana U18 femenina en Los Cerros
Difícil comprender la deplorable actuación del combinado italiano que, a sabiendas que nada podría hacerles levantar un partido que tenían perdido por inferioridad de juego, por inferioridad de velocidad y por inferioridad táctica decidieron golpear sin ningún sentido a sus contrarias, en este caso la selección española, poniendo en peligro su integridad física.
Puestos a buscar culpables las menos responsables fueron las jugadoras que se limitaban a seguir las instrucciones que llegaban desde el banquillo. El entrenador italiano arengaba a sus pupilas a comportarse con inusitada violencia sospechosamente pensando en cruces posteriores a lo largo del campeonato.
Pero tan culpable como jugadoras y entrenador fueron las dos árbitros que se inhibieron de lo que pasaba en el campo preocupadas solamente de que el cronometro diera por terminado el partido y su sufrimiento lo antes posible. Su irresponsabilidad in vigilando a punto estuvo de tener peores consecuencias.
Mal ejemplo el dado por los italianos en un deporte duro pero que siempre ha sido noble; ejemplo redundante ya que la jornada de inauguración también se vio salpicada por una pelea de una escuadra azurra.