Zorrilla medirá el efecto de la renovación de Guardiola
El hombre que ha encumbrado el fútbol hasta convertirlo en poesía y ha conseguido la proeza de levantar todos los títulos que ha jugado en el 2009 es vital para su plantilla. Así lo manifestaron últimamente sus pesos pesados.
Por ello, esta mañana, el técnico metódico y puntilloso hasta la extenuación ha recibido los agasajos de sus jugadores por el final feliz acordado con Joan Laporta, quien asumió la prórroga de contrato de Guardiola como el octavo título (el 2-6 del Bernabéu lo consideró el primero de todos ellos) del último año.
Ahora, el líder del campeonato rinde visita al feudo vallisoletano con cinco puntos de ventaja sobre el Real Madrid de los galácticos (segunda parte) y con la tranquilidad que, a priori, ver que su comandante tiene fuerzas suficientes como para seguir al frente del transatlántico más poderoso del mundo hasta la fecha.
Además, y a pesar de la eliminación copera, está recuperando el fútbol alegre y de tiralíneas que se demandaba y sus mejores jugadores vuelven a rayar el nivel excelso y superlativo de otrora época nada lejana. Un 4-0 ante el Sevilla fue la confirmación.
Para más inri, Keita, eliminado con Mali de la Copa de África, ha llegado hoy a Barcelona y estará disponible para vestirse de corto en Zorrilla, algo que el cuerpo técnico azulgrana no esperaba y que, si lo estiman oportuno, sirve para disipar las dudas en el medio centro al estar lesionado el canterano Sergio Busquets por una contusión renal. En el entrenamiento de esta mañana tampoco se ejercitó Puyol debido a unas molestias en la espalda.
En definitiva, el FC Barcelona encontrará en Zorrilla el termómetro idóneo con el que calibrar el efecto que ha infligido en el plantel la renovación de su buque insignia desde el banquillo.
