Vuelta a la confianza
No tiene Juan Ignacio Martínez una plantilla más larga que la que en su día tuvo Miroslav Djukic, pero el alicantino se toma la Copa del Rey mucho más en serio que el serbio. Y eso que la situación en Liga, pese a haber mejorado tras la victoria frente al Celta, no es la idónea e invitar a pensar más en la competición doméstica.
Pero la convocatoria, como ocurrió en el partido de ida, vuelve a ser reveladora. JIM quiere pasar a octavos, donde espera el Levante, que eliminó al Recreativo de Huelva. En cuartos ya sería otro cantar, puesto que lo previsible, aunque no garantizado, es que el rival fuese el FC Barcelona. El equipo, que viaja hoy en el día a Madrid, conoció ayer tras el último entrenamiento la lista de convocados. No está Omar Ramos por decisión técnica, aunque el club detalla que se ha programado para el canario descanso. Junto a él se quedan en Valladolid Rama y Heinz, con molestias eternas. El albano kosovar lleva más de tres semanas sin entrar en una lista de convocados que vuelve a ser en esta ocasión de 19, por lo que uno verá el encuentro desde la grada de Vallecas. Podría ser Víctor Pérez de nuevo, al igual que frente al Celta, ya que la idea del cuerpo técnico es que el manchego, inédito en lo que va de temporada, vaya poco a poco introduciéndose en la dinámica del equipo
El once es una incógnita. Apunta a que nuevamente será una mezcla entre habituales y menos habituales. En la portería la presencia de Jaime Jiménez parece garantizada, pero a partir de ahí, Juan Ignacio vuelve a esconder sus cartas. Podría estar Alcatraz en el lateral derecho y la intocable pareja de centrales Rueda-Valiente, pero más opciones hay en el lateral izquierdo con la posibilidad de que juegue Peña o lo haga Heinz. Al igual que en el mediocentro, con Javi Baraja y Lluís Sastre aguardando una oportunidad, aunque difícil parece que los dos sean de la partida. Lo mismo pasa arriba con Manucho y Humberto Osorio. De todas formas, tras lo ocurrido con Heinz en el partido de ida, todo son cábalas porque el entrenador tiene la última palabra.
El 0-0 de la ida permite al Real Valladolid viajar con ilusión pero sin confianza. Un gol facilitaría mucho las cosas, pero está claro que el único resultado inviable, y lo que se debe evitar a toda costa, es la derrota. El equipo ha salido muy reforzado de la victoria frente al Celta y se propone cerrar 2013 con una semana redonda a la que luego se sumaría la visita a Cornellá.
El Rayo, que ahora se encuentra en una posición inversa a la del partido de ida, ya que es el que está por debajo del Valladolid en Liga, tampoco regalará nada. Jémez facilitará hoy mismo la citación, en la que no se esperan grandes descartes.