A ver si podemos dar guerra en Primera
Desde Mondariz y con ánimos renovados tras un mes de descanso, los pesos pesados del vestuario del Pucela saben que trabajan con el tiempo justo, pero que volver a tierras gallegas trae buenos recuerdos. Estamos acoplándonos al trabajo. Encantados de repetir en Mondariz. El trato es fantástico. Nos dio suerte el año pasado y ojalá se repita, dice Javi Baraja. Álvaro Rubio lo corrobora: Aquí estamos muy a gusto. Jesús Rueda, que se estrena tras una década en el club asegura que siempre trato de aprender tanto de Javi como de Álvaro. Toca ayudar a los compañeros. A los de antes y a los nuevos.
Más tarde que los otros 19 equipos de la categoría, pero con mucho avanzado por los automatismos ya adquiridos. Pretemporada rara por la extensión, pero no por el trabajo. En términos de condición física estamos igual que hace un año. La forma de entender el fútbol que quiere el míster la sabemos y eso ya es un camino andado. Son unos conceptos claros que están asimilados. Es verdad que nos falta acumulación de minutos en pretemporada pero se irá cogiendo a medida que empecemos la competición, comenta Javi Baraja.
Sobre la llegada de los nuevos y su integración, Álvaro Rubio tiene claro que es una de las responsabilidades de los veteranos, integrar a la gente nueva. Para eso estamos nosotros. Cuentan con nuestra ayuda y nuestro apoyo y así será siempre. ¿Cómo se entienden con los que no hablan español? Rueda ha entrado en la capitanía porque sabe hablar inglés y así entendemos a Ebert y Rukavina, bromea entre risas el riojano.
Ser novato con el brazalete no evita que el extremeño valore lo importante durante estos meses de preparación. Lo que queríamos era ascender y disfrutar con el equipo en la mejor liga del mundo. Ahora no pienso en ser titular, lo primordial es que el equipo empiece bien. Mi idea es pelear como el año pasado. Vamos a disfrutar de la categoría, y cuantos más partidos juegue mejor. Con Marc es cierto que me compenetro muy bien. A ver si nos aclimatamos pronto y podemos dar guerra en Primera. Y preguntado por el once que deja entrever Djukic, explica que al acabar más tarde la temporada, el míster se ve obligado a confeccionar un once e imagino que tendrá una idea. Pero somos muchos y todos estamos para ayudar y sumar. Juegue quien juegue.
Más competencia hay en el puesto de mediocentro, y Baraja no lo oculta. Es un puesto en el que siempre se refuerzan los equipos. El rendimiento de Álvaro o Víctor o el año pasado de Mehdi es fundamental. Esperemos dar algo nuevo en el centro del campo, pero es cierto que habrá una competencia bonita. Siempre, eso sí, con los pies en el suelo: Quitando los que juegan competición europea todos somos candidatos al descenso. Al recién ascendido todo el mundo le mira y se fija en él, pero nuestra ilusión ayuda mucho, apunta el vallisoletano.
Desde el primer entrenamiento ha quedado claro que el entrenador quiere seguir jugando como lo hizo durante la temporada del ascenso. Si luego hay que tocar algo se tocará, pero la filosofía está ahí, comenta Rubio. Y Baraja lo comparte: El míster tiene clara la filosofía. En Primera se juega a otro ritmo. Si hay que cambiar algo serán pequeños matice. Se tiene claro como se quiere jugar y eso es lo importante.
Al respecto de los descartes, los tres coinciden en que se trata de una situación complicada. Son compañeros con los que hemos compartido vestuario y no es agradable. A nadie le gusta estar apartado. Intentaremos hacer lo máximo para que estén con el grupo el máximo tiempo posible y puedan entrenar con nosotros. Hablamos con Marcos para que nos informasen, no para forzar ninguna situación. A partir de ahí el míster decidió que volviesen a entrenar con los demás, dice Javier Baraja.
Sobre la presencia de los canteranos en el stage, Rueda considera que es una oportunidad muy importante y preciosa para ellos que yo ya viví. Se exige ese plus de ilusión. Ojalá aprovechen la aprovechen.