Un derbi entre el hermanamiento y la rivalidad

Real Valladolid-Salamanca, primer derbi regional que se juega en casa. La rivalidad regional se vio en parte mitigada por el acto de homenaje que se había preparado en apoyo a Miguel García, el jugador salmantino que el domingo pasado caía desplomado en el campo a causa de un infarto y que, aunque ya dado de alta, tendrá que dejar el fútbol profesional.

Desde una hora antes, los más de mil aficionados salmantinos que habían venido a animar a su equipo, ya cantaban y esperaban en un lateral del estadio Zorrilla. Combinaban los cánticos de apoyo a la Unión con insultos al Valladolid como "pu..pu...puta Pucela" o el ya clásico "Pucelano el que no bote". La afición vallisoletana, mucho más callada, respondía con silbidos.

Los jugadores saltaron al campo uniformados con camiseta blanca, todos con el dorsal número 6 en la espalda, el mismo que hasta la semana pasada lucía Miguel García. Por delante, la camiseta luce su mensaje de apoyo al jugador, "Ánimo Miguel, tu corazón es el nuestro", mientras el videomarcador y la megafonía del estadio explican que ambos equipos han querido unirse para este acto. Por un momento, los 22 jugadores dejan a un lado su rivalidad, se dan la mano y posan todos juntos para una foto. Se quitan la camiseta, se acabó la unidad, suena el pitido inicial.

La afición charra continúa alternando su apoyo a la U.D. Salamanca con las canciones contra el Valladolid, hasta que llega el minuto 6 y vuelve a haber un recuerdo a Miguel. Todos los seguidores sacan pancartas de de ánimo y corean su nombre, junto con los aplausos de los vallisoletanos, hasta que el marcador señala el minuto 7.

Vidas cruzadas

De nuevo, la enemistad sobrevuela Zorrilla, con insultos al jugador del Real Valladolid Jorge Alonso, salmantino que dejó la Unión y ahora milita en el equipo vallisoletano. El destino quiere que su hermano José Ángel juegue en el equipo de enfrente. Pero no en el campo hay más casos de estos curiosos cruces: el salmantino Kike López se formó en el Valladolid y ahora está en el U.D.Salamanca, como Sergio García, que jugó en el Pucela hasta el año pasado y ahora también está en el equipo unionista. Caso contrario es el del salmantino Óscar, que luce el dorsal 24 en su elástica blanquivioleta.

Pero la explosión llega en el minuto 24 de la segunda parte con el gol de Javi Guerra que adelanta al Real Valladolid 1-0. La afición pucelada grita y aplaude, para después devolverles el cántico diciendo: "puto charro el que no bote, es".

Termina un partido que a buen seguro Miguel García vería desde su casa, donde le han recomendado reposo, ya que él quería haber viajado con sus compañeros, pero debe estar tranquilo por prescripción médica. Un derbi descafeinado por un buen motivo.