Fútbol
Suárez cree que Marcos se explicó mal
"No las he leído, pero las escuche cuando lo dijo en el vestuario y luego sí me han explicado lo que dijo. Entonces, como no difiere gran cosa, probablemente, no lo haya explicado de la misma manera. Lo importante es lo que dijo en la reunión de por la mañana en el vestuario y que eso llegue donde tiene que llegar, que es al orgullo de los jugadores", declaró hoy a los periodistas.
Alberto Marcos aseguró ayer que "a Mendilibar" le echaron los jugadores", a quienes señaló como los culpables de la situación que atraviesa del equipo, en zona de descenso, así como indicó que el Valladolid no está jugando como "si se estuviera jugando la vida".
Asimismo, se mostró partidario de "dejar de lado" a algunos futbolistas del equipo que "no" son "conscientes" de lo que se juega el equipo y la ciudad, al mismo tiempo que dejó claro que, si se le pide, daría nombres.
"Me parecen mal explicadas y después de preguntarle que si daba nombres y dice que sí, se vuelve a otro vez diciendo... pero en el caso de que alguno no respondiera, los diría. Eso no quiere decir que no haya alguno que no haya respondido, pero busca de una manera equivocada a la hora de expresarse que el que no esté dando el cien por cien lo dé, porque hay muchas personas implicadas en este tema", apuntó.
De este modo, Carlos Súarez "no" ha interpretado que "no haya jugadores que no merecen estar en el equipo, sino que quizá haya futbolistas que no están dando el rendimiento del que son capaces, pero la interpretación de las declaraciones es libre".
A pesar de ello, el máximo mandatario de la entidad blanquivioleta dejó claro que si tiene que apartar a algún futbolista del equipo no le temblará el pulso. "Evidentemente, y más yo, que cuando lo hice con el argentino Martín Alejandro Cardetti lo hice tarde. Si se diera el caso, no sé si él sería partidario, pero yo sí, que soy el que toma las decisiones", dijo.
No obstante, Suárez subrayó que "no" se arrepiente de haber fichado a "ninguno" de los futbolistas que han llegado al Real Valladolid en la última temporada. "Creo que la plantilla no es tan mala como la imagen que está dando y espero que, al final, aunque sea por un arranque de rabia o de testosterona, den la medida de una vez, porque para eso les trajimos y para eso nos cuestan lo que nos cuestan", aseveró.
Mientras tanto, Carlos Suárez "no" pierde la "fe" en que el Real Valladolid pueda salvarse, porque, si lo hiciese, el equipo "ya hubiera desaparecido en el 2002". "Entonces, a lo que nos vamos a dedicar es a que, por lo menos, den el nivel óptimo de profesionalidad y si con eso tenemos que morir, y con la conciencia tranquila, pues adelante, pero desde luego no será con los brazos abajo como hemos hecho en los tres últimos partidos", agregó.
Preguntado por si en algún momento de esta temporada el equipo ha dado ese nivel óptimo de profesionalidad, respondió: "De rendimiento no, de profesionalidad, creo que al principio la plantilla estaba a tope, pero los resultados no llegan a veces por juventud o por falta de actitud".
En su opinión, "se ha instalado un momento de pasar factura y un negativismo que no" entiende, dado que ha opinado que "habrá tiempo suficiente para evaluar todo" lo que él ha hecho "mal" en su "trabajo" o "el poco rendimiento que han podido dar los jugadores".
"Al final, la boca se nos llena y el movimiento se demuestra andando. Es el momento para intentar tirar del carro cada uno lo que pueda. Esto implica a todos y declaraciones como las de ayer que no son otra cosa que lo que piensa el capitán, lo que dice una persona en este club y con quince años de trayectoria siempre impoluta", reflexionó.
De hecho, Suárez destacó que "es el momento de buscar el apoyo de todos y que la afición haga creer a los jugadores que son buenos", dado que es cómo se puede "sacar adelante" la situación. "Si tenemos la capacidad y los arrestos para traer a la gente de nuestro lado, fenomenal, y si no, pelearemos solos, pero lo que no haremos será bajar los brazos. Eso no toca. A partir del 16 de mayo hablaremos", sentenció.