Sin Guerra, sin Óscar, sin Ebert y sin miedo
El objetivo de ambos era estar en Primera. Y ya lo están. Con algo de retraso por lo deseado a principios de junio de 2011, pero por fin se ven las caras en la Liga BBVA. Por aquel entones la envenenada promoción de ascenso citó a doble partido, en primera eliminatoria, a pucelanos e ilicitanos. Fue una ronda tan caliente como vibrante, tan tensa como emocionante. Aquí, un gol de Javi Guerra. Allí, un chasco con Amoedo al silbato, Javi Jiménez embadurnado en mantequilla y Edu Albacar excitado. Excitación que le duró hasta el curso siguiente, cuando un Elche desesperado sucumbió en Zorrilla ante el mejor fútbol de la categoría y Albacar perdió los papeles. Fue un tres en uno: empujó a un recogepelotas, se tocó las partes nobles y tiró un balón a la grada. El Valladolid subió y al Elche le tocó esperar doce meses en los que se paseó por la Liga Adelante.
Tras el inexistente duelo la temporada pasada, ambos vuelven a verse las caras. Faltan, eso sí, los grandes protagonistas de los últimos enfrentamientos: no estará Guerra, goleador en la promoción y sancionado; ausente también Óscar González, que marcó en la vuelta de la eliminatoria; Sisi, ahora en Osasuna, marcó en las dos victorias blanquivioleta de la 2011-2012; y Marc Valiente, que marcó ese curso en Zorrilla, muy probablemente empezará en el banquillo.
A la lista de bajas se suma también Patrick Ebert, desposeído de su corona y ya en Portugal rodeado de moscovitas. Es un Valladolid reciclado, que confía en sus posibilidades pese a no poder contar con los que a principio de temporada prometían ser los tres mosqueteros. Afrontar un partido sin Guerra, sin Óscar y sin Ebert sonaría a cataclismo hace tan solo unos mismos, pero el empaque mostrado frente a Villarreal y Getafe ya sin dos de ellos, no tumba las esperanzas del aficionado, sabedor de que JIM busca y rebusca con el fin de encontrar el Valladolid más productivo posible.
Mitrovic apunta a titular pese a que eso suponga dejar los galones de Valiente a un lado. Dos partidos sin encajar un gol es lo que necesitaba este Valladolid. Encontrado, Rueda y el serbio comandarán la retaguardia. Las cuatro amarillas del extremeño son un ingrediente más al respecto, puesto que alivian la espera resignada de Marc entre los suplentes.
Jeffren no apunta a revulsivo y sí más bien a necesidad. Si la apuesta es por los bajitos, le tocará calentar en la banda, pero la lesión de Óscar le puede llevar directo al once por detrás de Manucho. Son varias las opciones, pero JIM elegirá la que menos aventura suponga. Los inventos no son para un día en el que tienes la oportunidad de ponerte a un punto de un rival directo.
Un Elche que llega, como lo hacía el Getafe, consciente de que Valladolid puede marcar su temporada. O crecer y disfutar, o apretarse los machos para jugarse la vida y la categoría hasta final de temporada. Escribá llega deslateralizado, sin Damián y sin Albacar, y sus costados se verán debilitados defensiva y ofensivamente ante tales bajas.