Rubio recupera la sonrisa

El último partido que jugó fue ante el Granada, el pasado 5 de febrero. De ahí, pasó directamente a la grada, entrando en la convocatoria en contadas ocasiones, algo inusual para un futbolista que venía siendo indiscutible en las últimas temporadas.

No obstante, y después de las palabras de elogio que le dedicó Abel Resino en la rueda de prensa previa al choque ante el Cartagena, el riojano entró en el segundo período y volvió a sentirse importante en el fragor de la batalla.

"Tenía muchas ganas de volver a participar. Fue poco tiempo y en las circunstancias que fueron. Pensaba que podía tener alguna opción, ya que siempre esperas estar en la lista y cuando estuve, pues fue una alegría, porque lo que quiero es participar, poder ayudar al equipo. El otro día fue poco, pero lo hice", comentó a los periodistas este lunes.

De este modo, el medio centro reconoció que lo ha pasado "mal" en los últimos meses y que, al principio "estaba fastidiado". "Yo he estado mucho tiempo seguido jugando y pasar de jugar tanto a no jugar nada... Al principio estuve fastidiado, luego te vas acostumbrando, esperemos que ahora mejore la cosa", explicó Rubio, quien ha dejado claro que Resino no tiene por qué darle explicaciones.

"Somos un grupo de 25 personas, en el que todos queremos ser titular, y si cada vez que sale uno tiene que dar explicaciones... Prefiero seguir trabajando y ganarme otra vez el puesto", ha indicó el futbolista, que también admitió que ante el Cartagena notó "la falta de ritmo".

Además, el futbolista incidió en que en lo "único" que piensa es "en ayudar al equipo en lo que pueda", así como puntualizó que "en general", el conjunto vallisoletano "está mejor" que hace unos meses, por lo que ha considerado que cuando se entra es "más fácil y te sientes más arropado por los propios compañeros".

Matabuena espera que Competición anule su segunda amarilla

Por otro lado, también atendió a los periodistas Sergio Matabuena, quien seguía sin entender cómo pudo ver la segunda tarjeta amarilla ante el Cartagena por una mano inexistente. Una amonestación que el club espera sea anulada por el Comité de Competición tras las alegaciones al acta presentadas por la entidad.

"Un jugador cuando no viene jugando sale al máximo y al límite. Se reciben tarjetas, pero el domingo recibí una más de lo indicado y de lo pertinente porque todos vimos que no fue mano. Un desacierto del árbitro que me impidió acabar el partido. Hay imágenes que corroboran que no fue mano, por lo que yo creo que sí me la quitarán. No lo entiendes. Eres consciente de que el balón ni te roza la mano y lo pita el línea que está a tres metros. Un poco incomprensible", explicó.

Una expulsión determinante para el desarrollo definitivo del choque, ya que, según comentó: "En la segunda parte el equipo estaba más tranquilo que en la primera. El partido estaba bastante controlado y apenas llegaban con peligro. Te quedas con diez fuera de casa y se nota. El equipo contrario achucha y al final logran el empate".

Por otro lado, el futbolista, que disfrutó de la titularidad, algo que apenas había hecho desde que recaló en el conjunto vallisoletano en el mercado de invierno, indicó que en la segunda parte ya se encontró "mejor" respecto a un primer período que fue "un poco de ida y vuelta".

Barragán se ausenta por molestias en la rodilla

En otro orden de cosas, el equipo vallisoletano se ha entrenado esta mañana con la ausencia de Antonio Barragán, quien sufre unas molestias leves en su rodilla derecha, el portugués Fabio Faria, con permiso del club, y el lesionado Carlos Lázaro. Una sesión de entrenamiento menos intensa para los titulares ante el Cartagena y en la que se ha entrenado con normalidad el central Juanito, quien se perdió el último partido por unas molestias musculares.