Fútbol  |  Ambiente Numancia - Real Valladolid

Pucela toma Numancia por unas horas

8 de Mayo de 2011

Ilusión por repetir la gesta de la visita a Salamanca, y miedo por repetir la imagen del último duelo loco entre vallisoletanos y sorianos, con aquel 4-5 en Zorrilla en el debut de Abel Resino en el banquillo blanquivioleta. Pues estuvo más cerca lo segundo que lo primero, por lo que más de uno acabó dando por bueno el empate cosechado.


Fueron cerca de mil los aficionados de Valladolid que eran recibidos en Soria con una intensa lluvia, de granizo incluso, pero también con el ambiente cálido de su calle principal y que sirvió de improvisado comedor antes de la concentración convocada para las cuatro y media de la tarde.


Un desplazamiento al estadio tranquilo, bajo al atenta mirada de la Policía pero sin ningún tipo de incidente. Un buen presagio de lo que luego fue una afición ejemplar en la grada de los Pajaritos durante el encuentro. De hecho, la proporcion era de cuatro a uno, ya que al estadio soriano acudieron 4.599 espectadores, de los que casi una cuarta parte eran pucelanos.


Aficionados que se aburrieron en la primera parte, que disfrutaron el gol de Oscar, que se preocuparon con el tanto de Del Pino, que volvieron a gozar con el tanto en propìa puerta de Culebras o con el penalti de Nazuet y que sufrieron con la remontada numantina y, sobre todo, con el tanto anulado a los sorianos en los instantes finales de partido.


Luego llegaría el incidente con Jacobo, que fue el borrón a una jornada de buen ambiente y de pasión hacia unos colores, los blancos y violetas. Y es que por unas horas Numancia dejó de ser un lugar inexpugnable y fue tomada por Pucela.