Onésimo: "Me voy con el dolor de no haber logrado el objetivo"

Serio pero curiosamente más tranquilo y menos abatido que el pasado domingo, Onésimo Sánchez compareció ante los medios para su adiós como técnico del primer equipo. "Hace dos meses dije aquí que era el día más feliz de mi vida y ahora estoy de nuevo con una tristeza enorme", comentó el entrenador vallisoletano en sus primeras palabras. "Me voy con dolor, amargura, y decepción por no haber podido conseguir el objetivo. Estaba difícil y complicado. Siempre he dicho que tenía fuerzas, pero no quería con mi club, con mi gente, ser un estorbo. Aún así, tenía preparado el siguiente partido", reconoció.

Este pucelano de genio y carácter confesó que en muchos momentos no fue él -buscando tal vez la implicación de los jugadores-, aunque no se arrepentía de ninguna de las decisiones tomada. "Las decisiones se toman en el momento. Sí me voy con la sensación de que a veces no he sido yo, pero me voy con la cabeza alta de intentarlo y el corazón por los suelos de no haber sido capaz de inculcar cómo veo el fútbol a mis jugadores para que lo plasmaran", afirmó.

El técnico, ya que el club le ha ofrecido seguir vinculado dos años más, no quiso entrar a valorar la platilla ni la supuesta fractura del vestuario. "Aquí todos tenemos nuestra parte de culpa", aunque sí dejó claro que "los protagonistas son los futbolistas. Hay que repartir cosas, porque los futbolistas son los que salen y ejecutan las premisas". Mensaje para navegantes, y para el futuro entrenador que llegue, a lo que añadía "que tendría que haber sido un poco más taxativo. La experiencia me va a servir para ser mejor entrenador".

Onésimo reconoció que a los jugadores del Real Valladolid les ha podido faltar "compromiso y sangre", aunque cree que "si ganas tres partidos lo cambias. Es un vestuario bueno, muy afectado por lo que está pasando. Hay gente que está demostrando que quiere esto y otra que quizás le está pesando todo lo que le está pasando al equipo. Le está afectando en demasía y rindiendo a un nivel por debajo", afirmó.

Como un aficionado más, este vallisoletano de La Pilarica aseguró que "lo que más me duele es no poder devolver la confianza de los que me han apoyado a muerte", y confesó que "la derrota ante el Xerez nos hizo mucho daño".

Sobre esas supuestas salidas nocturnas de algunos jugadores, Onésimo volvió a lamentar que "se dicen cosas sin poder demostrarlas. Eso sí te duele, porque se te escapa y ves que está haciendo un daño irreparable. Espero que la gente sea más sensata y consecuente. Si se demuestran, para adelante, pero es algo que a mí me ha hecho mucho daño", ha manifestado.