Fútbol  |  Real Valladolid-Elche

Noche de gala en Zorrilla

10 de Junio de 2011

Zorrilla se vistió de gala, fue el de las grandes ocasiones, porque este partido lo merecía. El estadio rozó el lleno -casi 22.000- aunque no lo consiguió, pero los que estaban cumplieron las premisas: camisetas moradas y agitando banderines. Los había más implicados con la causa, con el kit completo de bandera, bufanda y forro polar, pero los que más acordes iban con el clima eran los que llevaban su chubasquero del Real Valladolid. Da igual, todo vale para animar a tu equipo en su camino a Primera.


El público hizo caso de las recomendaciones y subió al estadio con mucho tiempo de antelación a pesar de la lluvia. Padres con hijos, muchos paraguas, grupos de amigos, gente en autobús urbano o en moto, comprando banderas a un euro a o luciendo la bufanda conmemorativa del partido, mitad morada, mitad verde del Elche... y colas en las puertas cuando aún faltaba media hora.


Noche de gala cuando sonó el himno atronador en megafonía y saltaron los jugadores al campo, y las gradas se tiñeron de morado agitando los banderines que el club había dejado en los asientos. Era el "infierno pucelano" que se quería, con Pepe Zorrillo animando desde el campo. El público empezó fuerte, pero fue apagándose a medida que pasaba el primer tiempo y veían la ocasión perdida y el mal arbitraje, al que chillaban y protestaban desde la grada.


Descanso. Es el momento del bocadillo a modo de cena y parece que retoman fuerza porque a las 22:15 todo el estadio despierta con el gol de Javi Guerra, que hizo a la afición ponerse de pie, cantar, agitar las banderas, chillar "Pu-ce-la", incluso bailar al son de la música que pusieron por megafonía. Desde allí hasta el final se animaron, aplaudieron todos los cambios, gritaron al árbitro, cantaron "A por ellos, oe", alternando con "Vamos mi Pucela, vamos campeón...", pitaron a Héctor Verdés cuando fue expulsado... Ésta es la afición de gala.


El palco también se vistió de gala, repleto de autoridades como Javier León de la Riva, Ramiro Ruiz  Medrano, Cecilio Vadillo, Álvaro Abril, Leo Harlem, una guapísima Estefanía Luyck... y en los vestuarios, a donde se acercaron a dar su apoyo a los jugadores ilustres blanquivioletas como Víctor, Borja, Alberto o Kresic, entre otros. Fue el momento de los abrazos y de los ánimos para otras noches de gala, las de la próxima semana.