No queremos ser la aspirina del enfermo
A las ocho de la tarde en el estadio Zorrilla el Real Valladolid tiene un nuevo compromiso liguero frente al Espanyol. En condiciones normales, y antes de que arrancara la competición, la lógica diría que el favoritismo previa era sin duda para el conjunto 'periquito', pero el arranque de campaña ha sido diametralmente opuesto para unos y otros, y ahora son los hombres de Djukic los que tienen la 'obligación' de ganar, sumar los tres puntos y sobre todo no ser la aspirina que necesitan los de Pochettino para terminar con su intenso dolor de cabeza.
Y es que el Espanyol vive en los últimos días un proceso de autodestrucción que ya hemos visto en otros clubes, que han terminando perdiendo la categoría. En lo deportivo, los problemas económicos de la entidad obligaron a desmantelar el equipo el pasado verano y hacer uno nuevo sin mimbres. Pochettino apenas tiene recursos, sobre todo ofensivos, y eso se traduce en un punto de los 18 ya disputados.
En lo institucional, la ira de la grada no ha ido en esta ocasión hacia el banquillo sino hacia un palco al que acusan directamente de la pésima plantilla que se ha confeccionado. Eso ha obligado al presidente Ramón Condal a convocar elecciones y ceder a las presiones de las redes sociales, anunciando incluso que no se presentará a la reelección aunque sí lo deseaba.
Con este caldo de cultivo llega un Espanyol que recupera a Albín, que podría dar la titularidad a Colotto y que volverá a dejar a 'internacionales' como Capdevila o Simao fuera del once o incluso de la convocatoria. Un equipo con muchas dudas adelante y atrás pero cuya necesidad le hace muy peligroso.
Frenar la euforia
Y esa marejada blanquiazul contrasta con la euforia de un Valladolid que ya tiene nueve puntos, que goleó al Rayo Vallecano con un marcador que los viejos del lugar no recuerdar y que, incluso, ha cerrado la herida del caso Bueno-Manucho, dando una nueva oportunidad a ambos, y respondiendo ellos con buen juego y goles.
De hecho, el técnico vallisoletano volverá a confiar en ambos para un once titular donde vuelve el alemán Ebert y del que se cae Omar Ramos. La duda está por tanto en la pareja de centrales, ya que Valiente se ha recuperado de sus problemas físicos, aunque Sereno y Jesús Rueda parecen estar un punto por delante para defender su posición.
Djukic ha advertido de una posible relajación local y de la necesidad visitante, pero el público confía en volver a vivir una fiesta vallisoletana antes de llegar a un nuevo parón liguero por los compromisos de la selección. Llegar a octubre con 12 puntos de los 21 posibles es un sueño casi irreal.