Multa de 3.001 euros y sanción de seis meses por "pedir ir al baño"

Los hechos se remonta al 5 de mayo, es decir, a uno de los últimos partidos de la pasada temporada. Ese día el Real Valladolid se jugaba media permanencia en el Vicente Calderón frente al Atlético de Madrid. José Ignacio de la Fuente, un vallisoletano de 48 años, ingeniero agrónomo, casado y padre de una niña china, nunca había viajado con su equipo pero consciente de lo que estaba en juego decidió subirse a uno de los 13 autocares de seguidores blanquivioletas que viajaron a la capital de España.

Todo fue normal durante el partido, con cada uno animando a su equipo y con triunfo del Atlético de Madrid. El problema llegó cuando la Policía decidió retener a la expedición vallisoletana en el estadio durante más de 45 minutos. "Una vez terminado el partido, y en la zona donde estábamos confinados los del Valladolid nos tuvieron más de tres cuartros de hora sin poder salir al baño. Cuando nos empezamos a mover, en medio de un cordón policial, yo le pedí a un policía que me dejara ir al baño, ya que luego teniamos un viaje de más de dos horas. El no me dejó y yo le dije que nos estaban tratando como delincuentes", explicaba el propio José Ignacio. Unas palabras que no gustaron nada al miembro de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, ya que como recuerda el aficionado "enseguida uno de ellos me pidió el carnet, y yo se lo di".

Sin embargo el asunto toma un matiz más grave cuando esta misma semana el seguidor vallisoletana recibe una carta de la Delegación del Gobierno en Madrid, donde se le comunica que se le podría sancionar con 3.001 euros de multa y seis meses sin poder entrar en un recinto deportivo, aplicando la Ley contra la violencia, el racismo, la senofobia y la intolerancia. "Pone en la carta que yo les llamé maricones, sinverguenzas y que les dije no teneis ni puta idea. Eso es mentira. Nunca les insulté y tengo testigos que lo pueden demostrar".

Racista pero con una hija china

Además, este vallisoletano recuerda que trabaja en una multinacional, con contacto en muchos países, y que adoptó a una niña china, por lo que no tiene sentido que ahora se le acuse de racista y xenófobo. "Tengo 48 años y ya no estoiy para carreras con policias y repito que jamás he tenido un problema con ningun espectador, aficionado o agente de los cuerpos yu fuerzas de seguridad. Voy a un estadio con la intención de divertirme".

José Ignacio se ha puesto en contacto con el propio Real Valladolid para que pueda ser asesorado, ya que dice sentirse impotente. "Me siento con una sensación total de impotencia porque es su palabra contra la mia, y siempre va a tener más peso la palabra de un policía que la mia. Hay más aficionados que tambien tuvieron que vivir alguna situacion como la que me tocó a mi. Me enfrento a una multa y el no poder entrar a un estadio por algo que no he hecho. Reitero que solo le dije que nos estaban tratando como delincuentes".

El seguidor del Valladolid reconoce que "he sido deportista toda mi vida y me encanta el deporte, pero cuando he recibido la carta mi primera reaccion ha sido decir que no hace falta que me impidan entrar en un recinto, porque seré yo quien no quiera ir a un estadio o pabellon. Parece que somos más molestos los simples aficionados que aquellos que luego salen por televisión haciendo autenticas barbaridades".