Menos kilos pero igual de solidarios

Un año más la Red Íncola, en colaboración con la Fundación Real Valladolid, organizaron la tradicional campaña "operación kilo" a las puertas del estadio José Zorrilla. Pero en esta ocasión, se veía a menos gente llegar con bolsas de comida en la mano. Según pasaban los tornos de entrada, en todas las puertas, había dos carritos de la compra con 45 voluntarios para recoger lo que el público traía. Legumbre, arroz y pasta son los alimentos estrellas, aunque también se podían ver latas de conservas, productos de higiene, incluso una caja de cereales de chocolate. Todo vale para colaborar con la iniciativa.

Sin embargo, a mucha gente se le había olvidado y se lamentaba al darse cuenta al entrar y ver los carros. Hacia ellos se dirigían entonces los voluntarios con una hucha en la mano para que pudieran colaborar con algún donativo, como hacía Julia, que "atacó" a muchos de los aficionados que entraban por la puerta número 1. "Este año hemos decidido hacer unas huchas porque ya vimos el año pasado que había gente que se le olvida y preguntaba cómo podía colaborar, y así dan un pequeño donativo", explicó Alberto Ares, coordinador, sobre esta novedad. Luisa, por su parte, recogía lo que traía la gente. "Hay bolsas muy cargadas, con varias cosas, sobre todo legumbres, pasta, champú, gel y cosas de higiene para bebés como pañales". En total, se consiguieron unos 1.200 kilos de comida y más de 380 euros en donativos, según datos ofrecidos por la Red Íncola.

Pese a que reconocen que este año la difusión ha sido menor -"nos ha pillado el puente en medio"- Alberto Ares cree que la gente es receptiva con estas iniciativas. "Si les pides este tipo de cosas, sí colaboran, porque ven la necesidad de las familias, la gente en general está sensibilizada", afirma.

Otras acciones

La Red Incola, organización formada por diez entidades sin ánimo de lucro que ayuda a los inmigantes, lleva a cabo durante esta quincena la operación kilo en más lugares, como los colegios San José y Cristo Rey, y en el Parque Tecnológico de Boecillo, en Cartif y Fénix Solar. "Podemos llegar a recoger unas cinco o seis toneladas", calcula Ares, con las que ayudan a unas cien familias durante todo el año. Además, llevan a cabo otras acciones como orientación, alojamiento, clases de apoyo escolar, mediación laboral, formación de voluntarios etc, y en colaboración con la Fundación Real Valladolid han puesto en marcha el "fútbol intercultural" para la convivencia e integración de diferentes colectivos de inmigrantes a través del deporte.