Mendilibar, convencido de que se puede sorprender al Sevilla
"Sabemos cómo juegan, otra cosa es que podamos contrarrestar su poder ofensivo, con dos bandas rápidas y habilidosas y delanteros fuertes y técnicamente buenos. La idea es que les asustemos, que lleguemos a su área, para que no se sientan con la confianza necesaria para estar cerca de la nuestra. Así tendremos opciones de ganar. Y creo que las vamos a tener", ha manifestado el técnico.
La confianza en el equipo es total y Mendilibar ve a sus pupilos capaces de "dar la sorpresa" en Ramón Sánchez Pizjuán después de prepararse durante toda la semana para llegar al duelo en "las mejores condiciones anímicas y deportivas", ha recalcado.
"Vamos a intentar jugar, a querer hacer lo bueno que tenemos desde el principio" ante la que ha definido como "la plantilla más completa de la Liga", dado que "tiene gente fuerte, técnica, rápida, que va bien de cabeza, que es lo que te hace pensar mucho cómo contrarrestarlo".
Además, ha incidido en centrarse "las cosas buenas" que realizaron en el empate a tres cosechado en la pasada jornada ante el Tenerife y en el que el conjunto vallisoletano no logró administrar una renta de tres goles a cero.
"Tenemos que aprender de las cosas que no hicimos bien y fijarnos en lo que sí se hizo bien. Lo que ocurrió nos ha pasado más veces desde que estoy yo aquí, sobre todo por cómo soy yo. No suelo hacer que el equipo se meta atrás, ya nunca sabremos si haciéndolo hubiéramos ganado", ha analizado.
Sobre la situación en la clasificación, decimoquintos a cuatro puntos del descenso, Mendilibar ha resaltado que todavía no están "con el agua al cuello".
"No nos tenemos que escudar en eso tampoco, porque a nada, si no espabilas, te pasan, pero hablas con gente de fuera, que están otros equipos que no entienden la situación que se ve de fuera a lo que hay en Valladolid. Lo cierto es que estamos cuatro puntos por encima de la zona del descenso, una situación normal para el Real Valladolid", ha asegurado.
Para finalizar, Mendilibar ha opinado sobre los pitidos del público en algunas fases del último encuentro defendiendo la libertad del aficionado, pero pidiendo "respeto" para el futbolista.