"Match point"

Woody Allen, en la película de idéntico título al de esta previa, retrató la futilidad de la existencia marcada por instantes, por golpes de buena o mala suerte, por centímetros... Tanto en la vida, como en el deporte, nimiedades -a simple vista- pueden resultar tremendamente determinantes.

No en vano, el Real Valladolid, aplicado alumno en esta campaña, la de su regreso a Primera División, no se la juega en el "tie break". Necesita tres puntos para asegurar al noventa por ciento la permanencia y son seis las jornadas que le restan (contando con el partido de mañana), aunque huelga decir que, tras el partido de mañana, visita el Bernabeu y el Camp Nou; y se mide a equipos como Celta, Deportivo y Mallorca, los cuales se juegan la vida en estas definitorias jornadas.

No quiere decir que se le pueda complicar. Embolsó la salvación ante el Getafe y el punto ante el Granada, afortunado y sustentado por una gatuna actuación de Jaime Jiménez, puso la certificación definitiva a tiro de triunfo y sin hacer mucho caso a los once de renta que se mantienen con el decimoctavo puesto, el que marca la zona de fatídica quema.

Sin embargo, la tropa del preparador serbio sabe que este duelo es muy importante y que debe echar el resto para dejar de hacer cábalas y disfrutar de un plácido final de campeonato con la satisfacción de haber consumado con orgullosa holgura el objetivo planteado tras lograr el ascenso.

Lo debe hacer ante un Sevilla negado a domicilio, ya que es el segundo peor visitante del campeonato y que no gana fuera del Sánchez Pizjuán desde septiembre. Lo quiere conseguir recobrando el juego eléctrico, hilvanado, esmerado e involucrado que practicó ante el Getafe, el cual animó al respetable y obró que, entre todos, se voltease un resultado adverso.

Eso sí, sin menospreciar a un contrincante otrora situado entre la más alta alcurnia del campeonato y que acude a Zorrilla con la meta de sumar un triunfo que le permita seguir soñando con clasificarse para la Europa League (está a ocho puntos de los puestos europeos). Un plantel dirigido por Unay Emery que cuenta con poderosos baluartes como Jesús Navas y Negredo y que amenaza a sus rivales con sus raudos contragolpe y la fortaleza a balón parado.

El Real Valladolid ha hecho el scouting y, por ende, tiene claro de que deben afianzar sus posesiones y difuminar sus pérdidas en zonas comprometidas para minimizar la capacidad de contragolpear del equipo andaluz. A partir de ahí, rasear y profundizar con gusa y constancia.

Misión para la que Djukic cuenta con casi todos sus efectivos a excepción del lesionado Henrique Sereno, quien ya se perdiera el choque ante el Granada por una tendinosis rotuliana en la rodilla izquierda. El argentino Juan Ángel Neira se ha quedado fuera de la citación compuesta, en esta ocasión, por 19 hombres.

El sueco Daniel Larssonn no se ejercitó ayer al encontrarse en pleno proceso febril pero este sábado sí se ha entrenado con normalidad. Aún así, Djukic ha llamado a Rama por si éste sufre una recaída. De este modo, la convocatoria es la compuesta por Jaime, Dani Hernández, Rukavina, Valiente, Rueda, Peña, Balenziaga, Baraja, Álvaro Rubio, Sastre, Víctor Pérez, Ebert, Rama, Larsson, Bueno, Óscar, Omar, Guerra y Manucho.

Así las cosas, se espera que Djukic repita la alineación dispuesta ante el Granada aunque en esta ocasión Óscar regresará a su hábitat, la media punta, y Larsson, si está en plenas condiciones, volverá al flanco izquierdo.

Mientras, Unai Emery, preparador del Sevilla FC, también ha citado a 19 jugadores: Palop, Julián, Koke, Cicinho, Israel Puerto, Alberto, Navarro, Fazio, Cala, Rakitic, Hervás, Maduro, Reyes, Navas, Perotti, Del Moral, Negredo, Stevanovic y Baba. El técnico vasco tiene las bajas de Botía por sanción y del portero Beto y el centrocampista Kondogbia, ambos por lesión.