Marcos controla un balón durante un entrenamiento. Foto
Fútbol
Marcos aclara sus "desafortunadas" declaraciones
El pasado lunes, el lateral izquierdo, que carga con orgullo sus quince temporadas vistiendo la elástica blanquivioleta, aseguró que "a Mendilibar" le echaron los jugadores", a quienes señaló como los culpables de la situación que atraviesa del equipo, en zona de descenso, así como indicó que el Valladolid no está jugando como "si se estuviera jugando la vida".
Por eso, declaró, empleando una metáfora, que hay que salir al campo "a arrancar la cabeza" al contrario, se mostró partidario de "dejar de lado" a algunos futbolistas del equipo que "no" son "conscientes" de lo que se juega el equipo y la ciudad y dejó claro que, si se le pide, daría nombres.
Dos días más tarde, quiso "aclarar" ante los medios sus palabras, ya que estima que su mensaje "no lo ha cogido todo el mundo" como él "quería transmitir".
"En primer lugar, pedir perdón por mis desafortunadas palabras en el caso de decir que voy a romper la cabeza a nadie. No lo voy a hacer. No soy una persona agresiva, ni mucho menos. Me han tachado de fomentar la violencia, que no, pero sí es verdad que mis palabras son desafortunadas", argumentó.
De este modo, Alberto Marcos, matizó que "lo único que quería decir" es que el equipo tiene que "dar el do de pecho, y punto". "Me parece triste que al Real Valladolid nunca se le haya dado bola, sólo a nivel a regional. Creo recordar que nosotros batimos el récord en Segunda División de partidos, de puntos y de historias y nunca se nos ha dado tanta bola como con una noticia tan triste como la que aconteció el pasado lunes", comentó.
De ahí que reclamase que a él y a su "gente, que es la afición" les dejen "tranquilos", puesto que, según manifestó: "Ya tenemos nosotros bastante con lo nuestro. Yo sí que necesito de la afición y lo que quería transmitir era una inyección de electricidad, que si estamos a un setenta por ciento, que estuviéramos al cien por cien, empezando por mí".
Asimismo, Marcos incidió en que él, y el resto de sus compañeros, necesita a la afición del Real Valladolid, pues se mostró convencido de que si "ven once tíos corriendo como perros el domingo, son los primeros" que les van "a arropar y ayudar". "Bueno, ahora, sólo falta que un perro esté indignado y me diga que le he faltado al respeto", bromeó el capitán del conjunto vallisoletano, de 36 años.
"En ningún momento voy a tirar por tierra a nadie como se está poniendo. Yo sí necesito de mi gente, de los de arriba, de toda la gente que ha pagado su abono y quieren al Real Valladolid. Ahora sí he dicho las palabras claras y, si alguien quiere o puede o tergiversarlas, voy a ver quién no quiere al Real Valladolid, y yo, por encima de todo, sí que le quiero", dijo.
Para finalizar, aseguró que es "optimista" respecto a las posibilidades de lograr la permanencia en Primera a final de temporada (actualmente, el Real Valladolid es decimoctavo con veinte puntos). "Viendo cómo lo tenemos, que no es fácil, estoy convencido de que lo podemos sacar. Punto y final", concluyo un Alberto Marcos, que se negó a contestar a las preguntas de los medios.