Manucho regresa con ganas de trabajar

Su salida del Real Valladolid resulta más complicada que conseguir que Leticia Sabater deje de hacer el ridículo. Se buscarán nuevas vías en diciembre, a no ser que se obre el milagro y empiece a acercarse a los cuarenta goles de prometió.

No en vano, junto con Bueno, ha pasado de denostado a necesario, al menos para dar reposo o suplir a Guerra. La tortilla se ha volteado, pero habrá que ver si se desprenden los ajetes. Mientras tanto, el futbolista insistió en que su única preocupación es "trabajar" para demostrar que puede ayudar al plantel. La situación "complicada" pasó.

"Ha pasado todo y ahora tengo trabajar para tener oportunidades. Soy un jugador más y tengo que trabajar y mostrar que puedo jugar y ayudar al equipo. Hablé con Djukic y me dio confianza. Me dijo que trabaje y demuestre. Sé lo que tengo que hacer", indicó.

Así, Manucho rehusó pensar en una salida en el mercado de invierno e incidió en centrarse en "trabajar al máximo para ver si las cosas mejoran".

Por otro lado, explicó por qué fue suplente en el partido que disputó el pasado domingo Angola ante Zimbabue en Harare (3-1), clasificatorio para la Copa de África que se disputará a principios de año en Sudáfrica. "Estaba con unas molestias y he pedido no jugar para no agravar la lesión, al ser el campo de hierba artificial", dijo.

También detalló que no se incorporó a los entrenamientos ayer, como estaba previsto, debido a las conexiones de vuelo. "Salí de Zimbabue el domingo, tenía que hacer un trayecto hasta Sudáfrica. las condiciones del vuelo son las mejores. Estaba para llegar ayer por la mañana, pero sólo tenía vuelo a las once porque llegué a Lisboa a las siete de la mañana", relató. Harare-Johannesburgo-Lisboa-Valladolid. Tres días.

Regresó este jueves a los entrenamientos en una sesión en la que se ha ausentado el media punta Óscar González, debido a la contractura paravertebral que se produjo en el entrenamiento de ayer y que le ha obligado a ponerse en manos de los fisioterapeutas.