Marcos, con los ojos llorosos durante su despedida. Foto: Jonathan González
Fútbol | Real Valladolid
Los mitos también lloran
Ya antes de iniciar su alocución Marcos pedía un poco de agua. El que iba a dar era un paso importante y duro, pues iba a despedirse de afición, prensa, compañeros y unos amigos que llenaron la sala de prensa del estadio José Zorrilla.
"Me voy con la cabeza bien alta y con el corazón lleno". Con esta frase finalizó Marcos, sensiblemente afectado, todo lo que quería decir en el día de su adiós. Y es que, el lateral izquierdo tuvo sentidas palabras de agradecimientos para todo el mundo.
"En la cabeza de cualquier jugador está el poder pasar más o menos tiempo dentro de una casa y después piensa cómo va a ser el día de su despedida. Ha llegado ese día y puedo decir con mayúsculas que esta es mi casa", comentó.
A continuación, Marcos se despidió de todos los sectores que rodean al Real Valladolid, empezando por la prensa, a la que ha agradecido que le haya ayudado a hacerle "más fuerte dentro del terreno de juego".
Sobre la afición, el futbolista, que no se retira de la práctica deportiva y que está a la búsqueda de un nuevo equipo con 35 años, recalcó que "no" se tiene que despedir de ella, que "no" la tiene que decir "nada". "Me siento tan grande y tan querido cuando salgo a tomarme un vino... Que vengan y me abracen es algo que me llena de plenitud", explicó.
Después, Marcos se centró en el club, en las personas que trabajan en él, y lo que le han aportado cada una de ellas a lo largo de los quince años que ha formado parte de la entidad vallisoletana.
"Todo lo que ha acontecido aquí merece palabras bonitas de mi boca, porque hasta los palos me han ayudado a sentirme más fuerte. Aquí están mis mejores amigos, desde el presidente hasta el último, que soy yo", indicó.
En este sentido, se acordó del cuerpo médico, utileros, delegados, empleados del club y ex compañeros como Santamaría, Víctor, Juan Carlos, Onésimo, Torres Gómez o García Calvo, a los que regaló palabras de agradecimiento.
También mencionó familia y, sobre todo, de su esposa, ya que sin ella "no hubiera encontrado la estabilidad", destacó. Además, tuvo palabras para el presidente, Carlos Suárez, quien tampoco pudo contener las lágrimas y con quien, según comentó Marcos, ha sabido "diferenciar la amistad del trabajo, algo que poca gente ha sabido hacer". "Carlos, te lo agradezco de corazón. Si alguien ha recibido palos ha sido él y detrás yo. La unión hace la fuerza y entre los dos hemos tirado para adelante", manifestó.
Asimismo, puntualizó que es consciente de que deja mucha gente dentro del vestuario, a los que ha pedido que se les "eche una mano", mencionando a Javier Baraja, Álvaro Rubio, Sisi, Pedro López, mientras que se ha mostrado convencido de que "van a dar todo lo que tienen y van a conseguir devolver al equipo a Primera".
Acerca del nuevo técnico del Real Valladolid, Antonio Gómez, Marcos indicó que han acertado, al mismo tiempo que ha reclamado "paciencia" con él.
Para concluir, antes de recibir una ovación prolongada, Marcos declaró: "Sólo tengo palabras de agradecimiento y si en algún momento os he molestado por mi temperamento, pediros perdón porque soy de los que no elude responsabilidades. Me voy con la cabeza bien alta y el corazón lleno".
Después, Carlos Suárez, informó de que Marcos recibirá la insignia de oro y brillantes del club en el Trofeo Ciudad de Valladolid, así como reclamó que para dicha cita la afición responda y premie "un comportamiento intachable llenando el estadio".