Los aficionados pitan a los madridistas a su llegada
Dos horas antes del partido, numerosos aficionados se encontraban ya a las puertas del estadio Zorrilla, muchos con banderas blanquivioletas, algunos con camisetas del Real Madrid y algún iluso con papel y boli por si los jugadores madridistas tenían a bien pararse.
Las escaleras de los Anexos estaban repletas de gente, pero esta vez no para animar al Real Madrid sino a su propio equipo, agitaba las banderas al aire gritando "Ni Barça ni Madrid, Real Valladolid" para calentar el ambiente. Mientras, numerosos periodistas de la capital, bien abrigados, como si viajaran del Caribe a Siberia, aunque a esa hora marcaba 8 grados.
Pasadas las 18.30 de la tarde, se ve de lejos el autobús blanco que maniobra para entrar marcha atrás y dejar la puerta trasera justo enfrente del estadio, lo que provocó numerosos gritos e insultos ya que los aficionados no verían así a ningún jugador. La expedición blanca, encabezada por Xabi Alonso, bajó del autobús con caras serias, entre los numerosos gritos y pitos de los allí presentes. El último en bajar, Sergio Ramos, ya casi cuando aparecía el autobús de los vallisoletanos entre los ánimos y cánticos de su afición. Como la noche y el día. Djukic baja el primero muy sonriente y saluda a la gente, detrás, Jaime, Manucho...En sus caras se refleja que han interiorizado la frase de "tenemos mucho que ganar y muy poco que perder".
A las 19:10 saltan los porteros al campo para calentar y veinte minutos después, el resto del equipo blanco entre los gritos, de nuevo, de la afición de Zorrilla, igual que ocurriría cuando en megafonía dicen la alineación blanca. No obstante, también se ven muchos flashes en la grada. Un minuto después sale el equipo de Djukic, que aunque el termómetro marca 4 grados sale sin abrigo y así estará el resto del partido.
La mascota Pepe Zorrillo salta y hace piruetas en el centro del campo para animar el ambiente de un público que comienza a cantar "Vamos mi Pucela, vamos campeón" antes del encuentro. Y la grada disfrutó de un estadio lleno, viendo a su equipo jugando en Primera División, adelantándose dos veces ante el vigente campeón de Liga, aunque al final no pudo ser.