Llega el Nástic a luchar por su permanencia
Ángel Velasco
¿Hará el equipo de Oliva lo que hizo el de Alcaraz en el José Zorrilla? Esta es la gran pregunta que los aficionados del Real Valladolid se hacen en estos momentos. El planteamiento que el Córdoba hizo hace escasos diez días en el José Zorrilla puede ser el mismo que haga el Nástic de Tarragona en su visita al mismo estadio. Alcaraz fue consciente del momento del Real Valladolid y planteó el encuentro como un trámite ante los dos siguientes encuentros: Albacete y Ponferradina, ambos equipos ya descendidos a Segunda división B. Oliva mantiene la duda por la victoria ante el Real Betis. Su último encuentro se saldó con un importante triunfo que deja las matemáticas más que garantizadas.
Para el encuentro ante el Real Valladolid el Nastic rotó. Mairata buscó la amarilla y se perderá el partido en el José Zorrilla. Confianza en sus posibilidades o realismo, lo que está claro es que los catalanes no darán el partido perdido, al igual que no lo hicieron en la primera vuelta. Aquel día, el conjunto de Abel Resino dio una de las peores imágenes que se recuerdan y se hizo, en gran parte, por la ambición del Nástic. Aquel encuentro sirvió de estímulo para los tarraconenses que encadenaron una gran racha de resultados.
Refuerzos y aportación desde el primer minuto
Horas después de ganar con gol de Rubén Navarro al Real Valladolid la dirección deportiva del Gimnástic de Tarragona hizo oficial la llegada de fichajes. Alex Bergantiños, Borja Viguera o Tuni llegaron al Nou Stadi para ayudar a salir del pozo y desde el primero momento lo hicieron.
Tras imponerse a los blanquivioleta, los catalanes debían viajar hasta el Carlos Belmonte de Albacete para hacer debutar a los nuevos fichajes y se hizo a lo grande. Una jugada de Bergantiños, que llegaba de no jugar en el Granada, fue remachada por Viguera, que llegaba de no jugar en la Real Sociedad. Primer día que jugaban juntos y primera jugada trascendental para un Nástic de Tarragona que levantaba cabeza gracias a un malísimo encuentro del Real Valladolid.
Bueno, pero sin tanta velocidad como su tocayo
Por muchos fichajes que se pudieran hacer en el mercado invernal, había uno, llegado en el mercado de verano, que hacía sombra a todos, Berry Powell. El delantero holandés llegó en el mes de agosto al Nou Stadi y lo hizo para ser el líder del ataque del equipo. Le costó y muestra signos claros de irregularidad, pero Powell es el líder ofensivo del equipo.
El holandés es un jugador corpulento, fuerte y con mucha velocidad, no tanta como su tocayo Asafa Powell pero con mucho mejor disparo y colocación que el jamaicano. Su edad, 30 años, es el único lastre para que el Nastic pudiera hacer caja con él. Un delantero fuerte, con recorrido y que se sabe manejar en varias alternativas es algo por lo que en el fútbol español se paga bien